martes, 9 de octubre de 2012

Una parte de nosotros se fue, pero sigue aqui.



Amigos:



Quería compartir estas líneas con Uds.


De : Luis Fontoira

Enviado por:
Gerardo Gallo Candolo.
Pequeña semblanza de un :


gran tipo.


No hizo falta mucho tiempo, dos años y monedas quizás, para que Oscar González dejara de formar parte del universo variopinto y difuso de colegas y compañeros de trabajo para entrar en ese pequeño puñado de amigos que se cosechan a lo largo de la vida.
Su enjundia, su creatividad, su empuje, su indignación, su locura y sus sueños bastaron para que se hiciera un lugar en muchos corazones.
Siempre nadando entre las sombras pero buscando la luz, con su “Campo 3” como orgulloso escudo, dispuesto a presentar batalla por sus ideas, brutalmente, aún sabiendo que la guerra estaba perdida, dejando a cada paso jirones de su vida, pedazos de una salud en un mundo que le parecía cada vez más ajeno.
En los últimos tiempos encontró en ABOPA un refugio para su militancia y su vehemencia, un lugar confortable en donde refugiarse antes de la próxima embestida. Encontró, felizmente, un grupo de buenas personas dispuestas a trabajar por el bien común aunque ese bien se tradujera en unos pocos gestos, en grandes ideas que casi siempre terminan en pequeñísimos logros, pero logros al fin. Allí colocó todas sus fuerzas, sus ideas, sus obsesiones, sus ganas de que todo fuera un poco mejor.
Hoy, cuando el destino parece echar las cartas en forma tan despiadada nos llenamos de porqués y cavilamos, mirando el cielo y buscando una respuesta que se hace esquiva y solamente se deja entrever en la fe o en la esperanza.
La tristeza, la indignación y el sinsentido nos hacen recordar –una gran lección- que el mundo se divide, desde siempre, para siempre, en dos grandes bandos: los buenos tipos y los hijos de puta.
Y Oscar era un gran tipo. 

Y por eso es tan grande la pena.
Donde sea que esté, si existe un juicio y lo dejan hablar, seguramente no será condenado. Ya debe estar planeando futuras ediciones, “rosqueando” con otros buenos tipos y discutiendo con su voz aguardentosa y esos gestos y ademanes tan característicos, modelados por las antiguas batallas políticas del conurbano.
Una vez que la tristeza baje la intensidad y afloje el puño en nuestras gargantas habrá tiempo para que podamos recordarlo con alegría como un gran tipo, de esos que no abundan: cabeza dura, culto, vehemente, bohemio, obcecado, verborrágico, testarudo, simpático, de labia fácil y pensamiento profundo, democrático, irónico, creativo y buen compañero.
Chau Oscar, hasta siempre. 
Fue un privilegio haberte conocido. Luis Fontoira.
 


Editorial:
Nadie dirá que se quedó sin tinta... Su pluma no se seca si un camarada de A.B.O.P.A.  Lo tiene "fresco" en su memoria.
Fragmento de una Editorial de Oscar.



OSCAR GONZALEZ - EDITOR DE CAMPO 3
El suplemento rural del diario La Tercera
El Viernes, 4 de febrero de 2011 a la(s) 9:42 ·
Mire que hay que ser retorcido, la verdad sea dicha, estando el Néstor en vida ¿Qué no hizo el hombre para dividir la mesa de enlace? hay que sacarse el sombrero, a pesar de admitir que le resultó más fácil la tarea con el sector directamente que con la mesa. Casualmente, si hacemos memoria, recordaremos que el fin de semana de su deceso tenía programada una reunión con la agrupación CANPO (si, así con N) en la ciudad de Mar del Plata, para inventar una contra agrupación agropecuaria integrada por algunos productores del estilo de aquel gordito “a vos no te va tan mal” que lo despidió en sus exequias presentándose como productor beneficiado por el gobierno, usted se acuerda, el que la hizo llorar a Cristina, luego se descubrió que el gordito era amigo de Moreno.
Y si hablamos de Moreno, recordará sin duda la bajada del plan maíz para productores angustiados por la seca, primer intento oficial de conurbanizar prácticas políticas en las zonas rurales, y los repartos de subsidios de acuerdo al color de la leche de los tamberos perseguidos por la seca. Bue… si alguien pudo Borocotizar la política, era lógico pensar porque no se podría Alarconizar al gremialismo rural, y con esta premisa intentaron de todo, pero la mesa, con sus idas y venidas, firme como moco e’vidrio.
Tantas veces los mataron, tantas veces los murieron, que nadie daba dos mangos por la continuidad de la mesa, que no obstante, seguía unida y cantando el himno, cual cigarra en su propio entierro.
Hemos visto, en derroches de sorprendente humor, como se chicaneaban entre ellos mismos por reuniones realizadas con Dominguez donde no concurrían todos los integrantes, en fin, como que la picardía del paisano le rompía los esquemas a la viveza criolla y se señoreaba sobre el puterío berreta (el puterío siempre es berreta y de berretas) que desde el gobierno “operaba” para divorciar al matrimonio (aunque a ud. le parezca mentira hay gente que hace esas pelotudeces).
El caso trigo argentino, cae precisamente en unos de esos momentos de enfriamiento en las relaciones, pero justo cuando alguno ya había decidido el abandono del hogar marital, la agresión externa fortaleció los vínculos y, nuevamente juntos hasta que la muerte nos separe, de esa unión nació el cese de comercialización de granos del 2011, que sacó un hermoso grano en el corazón del gobierno.

El resto es historia conocida, alguien que se hacía el buenito llamó por teléfono, impartió un par de sugerencias de esas que no pueden dejar de cumplirse y, alguno de los compra granos, compró y pagó lo que corresponde, beneficiando a una de las patas de la mesa y serruchando a las otras tres, triste y berreta operación de puterío que puso a las instituciones agropecuarias en la escatológica escena del celoso revoleo de platos en el marco de la histeria conyugal.

De aquí en más, cada uno con su ética y que juzgue Verbitsky sus miserias para el regodeo del gobierno, me cache el gobierno que se regodea con éstas cosas, más valor, tenían sin duda, las operaciones políticas del Néstor, bien a cojón duro, pasionales y con tripa y no mariconeadas sin estilo, como estas, que les aseguro, lo único que tienen en común, es el fracaso rotundo, porque lo que no pudo quebrar Néstor, éstos tampoco podrán hacerlo, y le pongo mi firma.

Pero lo que CAMPO 3 no va a dejar pasar, es un tema en el que no muchos se detuvieron: la naturaleza del escorpión que anida en la persona de Julián Dominguez.

Supo Dominguez no ubicarse claramente en ningún lado, cuando estalló el caso trigo argentino, como una babosa en un frasco de gelatina (andá a agarrarla).

Para aquel entonces, últimos días del 2010, reconoció que, sin saber bien porque, era cierto que los productores de trigo no percibían el FAS teórico y estaban mal vendiendo el trigo a riego de sus quebrantos personales.

Obviamente la línea de trabajo nunca fue solucionar la situación de raíz, sino encontrar paleativos que satisfagan a productores con la horca al cuello y hacerse el distraído ante el negocio de la molienda y los exportadores que, asociados con Moreno, le robaban al productor 60 dólares por tonelada de los bolsillos de la bombacha.

Cuando el cese de comercialización se cristalizó, entró todo el gobierno nacional en emergencia (aunque lo nieguen), allí Dominguez dejó de entender la naturaleza del reclamo agrario y ya no estaba seguro si era cierto que nadie pagaba lo que correspondía, por lo tanto pondría inspectores en la calle para poder averiguar qué estaba pasando, porque el gobierno había liberado un cupo, entonces ahora se tendría que poder vender.

Y asumiendo ese rol de gran “Padre Tereso” (en todo sentido de la palabra) seguía haciéndose el ministro bueno, que trabaja junto a productores y ministros provinciales tratando de aliviar la situación de los trigueros argentinos y buscando descubrir los mecanismos perversos, que él no podía llegar a entender, que prostituían al mercado y desintegraban los precios.

Cuando estábamos convencidos que el tipo era un ingenuo, que el verdadero ministro era Moreno y que el pobre Dominguez no cortaba ni pinchaba, no va que se calza el esmoquin de padrino de familia, cacha el “blacberri ministerial” y se manda una llamada, una sola.

La orden fue clara y sumarísima: había que comprar 500.000 toneladas de trigo al precio fijado en acuerdo con el gobierno a una cooperativa vinculada a la FAA, y… que parezca un accidente.

Personalmente, claro que me jode que Buzzi diga que está bien la medida, me jode que Llambías y Biolcati lo crucen fulero, que Barchetta y Principe se sumen al ring, para jugar a la lucha por relevos que inventara Karadagian y que desde Carbap le opongan adversarios.

Porque la realidad es que hoy tendrían que estar juntos denunciando la actitud mafiosa de Dominguez, que no trepidó en tirar la máscara de bueno y blanquear la mentira con la que nos durmió durante tanto tiempo, para agarrar el teléfono y con una sola llamada demostrar, que sí, sabía lo que estaba ocurriendo, que sí, sabía quiénes están metidos en la mafia del trigo, que sí, sabía porque nadie paga el precio fijado por el propio gobierno, que sí, sabía a qué cuevas llamar para asegurarse el éxito de un trabajo sucio, que sí, pone en claro que él no está afuera de nada, que es un mentiroso simulador profesional, y que cuando la decisión oficial es profundizar el enfrentamiento con el sector, total a esos votos no los tendremos nunca, el puede manejar los piolines de sicarias marionetas como lo que verdaderamente es, un “pesado”, al que le das bola en lo que te pide, o terminás en el zanjón de La Armonía, en definitiva, un consumado padrino. Paisano… Tomá mate y avívate.

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