que quiero!..
“No te rindas, aún estás a tiempo
de
alcanzar y comenzar de nuevo”
Mario Benedetti.
Por :
Enrique G. Avogadro
Abogado.
Las ideas que se incluyen en esta nota no tienen más
pretensión que ser los títulos de los grandes temas, para que, en conjunto y
con la mayor cantidad de ciudadanos posible, discutamos una alternativa para el
futuro de nuestro país, después de décadas de retroceso y decadencia.
Creo que, hoy, las mayores preocupaciones de la gente en
general están vinculadas a la economía, a la seguridad y a la corrupción, pero
que debería priorizarse la educación, como principal causa del progreso y del
desarrollo.
La enumeración que sigue no tiene un orden específico de
importancia, toda vez que, estimo, debe tratarse de acciones a realizar
simultánea y rápidamente, porque se trata de recuperar la República. Pido
anticipadas disculpas por tanto por la extensión de esta nota -sintetizarla más
me resultó imposible- cuando por el cierto desorden que en ella impera.
1. Volver al sistema de división estricta de poderes
establecido por la Constitución Nacional.
2. Prohibir la
reelección por más de una renovación de mandato en toda la Administración
pública y en los organismos públicos no estatales, estableciendo la necesidad
de una muy fuerte mayoría especial para la modificación de estas normas.
3. Desterrar la “lista
sábana” y establecer la boleta única, hasta llegar al voto electrónico, en
todos los niveles del Estado.
4. Transparentar la
financiación de la actividad política, con estricto control de los ingresos y
egresos de los partidos, sindicatos y organizaciones empresariales.
5. Crear un registro
permanente y público de la actividad parlamentaria en la Nación, las provincias
y los municipios, que incluya la asistencia de cada legislador, qué proyectos
presentó y el modo en que votó cada iniciativa.
6. Anular la
modificación en la composición del Consejo de la Magistratura, volviendo a la
original.
7. Juzgar, en ese
Consejo, la actividad de todos los magistrados actuales, nacionales y
federales, incluidos los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación,
con criterios estrictamente jurídicos, para garantizar que los magistrados que
permanezcan en funciones desempeñarán su labor con seriedad, con honestidad,
con recato, con sapiencia, con eficiencia, con independencia y con celeridad.
8. Restablecer la
Justicia de menor cuantía, con gran dispersión territorial; los jueces,
fiscales y defensores a cargo de la misma serán elegidos por el voto popular,
por tiempo determinado, y deberán estar domiciliados en su misma jurisdicción.
9. Exigir a los jueces
el estricto respeto a los principios de legalidad, de juez natural, de ley
anterior al hecho del proceso y de inocencia.
10. Restablecer la
vigencia de los derechos a comerciar, a transitar y a expresar opiniones
libremente.
11. Crear el cargo
electivo de delegado policial en cada barrio y localidad de menor tamaño, con
mandato temporal y una sola reelección, con la obligación de residir en la
jurisdicción, y con mando sobre las fuerzas policiales del lugar.
12. Dejar en manos de la
Nación y de las provincias la centralización de la información criminal,
poniéndola al servicio de la investigación y de la prevención.
13. Recuperar, para cada
una de las fuerzas de seguridad, su rol original, y rotar permanentemente a sus
jefes locales.
14. Establecer un
efectivo control de nuestras fronteras, con todos los adelantos técnicos del
caso, y sancionar la “ley de derribo” para las embarcaciones y aeronaves no
identificadas.
15. Endurecer
fuertemente las penas por delitos relacionados con el tráfico de drogas y de
personas.
16. Mejorar la capacidad
y la calidad del sistema carcelario, dando acceso al mismo a la inversión
privada en materia de “hotelería”.
17. Recrear el respeto
absoluto e irrestricto de los contratos y de la palabra empeñada, especialmente
en aquéllos vinculados a la infraestructura y a los servicios públicos.
18. Renegociar
rápidamente con el Club de París y con los holdouts, para recuperar la confianza
de los mercados internacionales.
19. Cumplir las
sentencias del CIADI.
20. Impulsar definitivamente el Mercosur y los tratados de libre
comercio del mismo con el mundo entero.
21. Asumir, como
política de estado, una visión geopolítica permanente, de modo de dar
previsibilidad a nuestro comportamiento internacional.
22. Establecer, como política de estado, los caminos diplomáticos
tendientes a la recuperación de las Malvinas, e incentivar la vinculación
permanente entre el continente y los habitantes de las islas, descartando toda
iniciativa militar, prohibiendo los discursos agresivos en tal sentido.
23. Encomendar al Ministerio de Planificación la confección de
planes de desarrollo a treinta años, con ajustes finos anuales, de modo de dar
previsibilidad a la economía y de permitir orientar la producción de bienes y
servicios.
24. Recrear el respeto a la propiedad privada, en todas sus
formas.
25. Crear reglas claras, transparentes e inamovibles para la
actividad económica, que permitan dar previsibilidad a todos los proyectos y a
todas las inversiones, más allá de los riesgos propios de cada actividad.
26. Salir al mundo a buscar las indispensables inversiones,
exhibiendo una irreprochable seguridad jurídica, especialmente en lo que a la
obra pública y a la exploración y la producción de hidrocarburos y minerales se
refiere, orientando su aplicación en función de las necesidades del país.
27. Crear un organismo de control ambiental inobjetable e
insospechable, que incluya la participación de expertos internacionales en cada
materia.
28. Ejercer un control efectivo y eficiente de los fondos
provenientes de actividades ilícitas o de la evasión, y reprimir fuertemente el
lavado de dinero.
29. Establecer el “juicio de residencia” y de responsabilidad, de
modo tal que todos los funcionarios que ejerzan cargos públicos a partir de
determinado nivel de responsabilidad sean juzgados por un tribunal especial al
dejar sus funciones, poniendo especial énfasis en los aspectos patrimoniales.
30. Revitalizar y garantizar la independencia, dotándolos de los
recursos necesarios, de organismos de control tales como la Oficina
Anticorrupción, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, la Auditoría
General de la Nación, la Administración Federal de Ingresos Públicos –con la
Dirección General Impositiva y con la Administración Nacional de Aduanas-, la
Defensoría del Pueblo de la Nación y la Unidad de Administración Financiera.
31. Crear la Carrera y
la Escuela de Administración Pública, para lograr que, en un tiempo prudencial,
todos los funcionarios hasta el nivel de director general o equivalente, sean
obligatoriamente graduados en la misma.
32. Crear organismos de evaluación permanente de los docentes,
para lograr que éstos, en todos los niveles de enseñanza, mantengan la
actualización de sus conocimientos, acompañando la evolución tecnológica, y
retribuir suficientemente su labor; establecer normas claras que repriman el
ausentismo injustificado.
33. Recrear el principio de autoridad de los docentes de todos
los niveles, y exigir su respeto por parte de estudiantes y familias.
34. Establecer exámenes de ingreso, de gran exigencia, a las
universidades públicas, y mantener esa excelencia durante toda la carrera de
los estudiantes.
35. Crear un organismo independiente para determinar las
necesidades que tendrá el país de profesionales de cada especialidad en los
siguientes cinco años, y becar, incluyendo el pago de un sueldo, a los mejores
estudiantes de esas carreras.
36. Arancelar el estudio, en las universidades públicas, de todos
aquellos estudiantes que el país no requerirá, de acuerdo con el análisis al
que se refiere el punto anterior.
37. Establecer a la universidad pública como consultoría
obligatoria, rentada, para todas las empresas y emprendimientos del Estado.
38. Establecer, como política de estado, el respeto por todos los
derechos humanos, condenando las violaciones a los mismos, cualquiera sea el
signo político de quien los desconozca.
39. Modificar la coparticipación impositiva, recuperando para las
provincias y los municipios la independencia económica, fuente de la libertad
política.
40. Realizar una profunda reforma impositiva, simplificando y
universalizando el cobro de impuestos, con graves y severas penas para los
evasores, y suprimir aquéllos que –como el impuesto al cheque- resultan
recesivos.
41. Suprimir el cobro
del IVA en los artículos que componen la canasta básica familiar.
42. Destinar el producto de la percepción de tasas específicas a
los fines establecidos en su sanción.
43. Restablecer la credibilidad y el profesionalismo en el Indec,
de modo de permitir a nacionales y extranjeros disponer de estadísticas
confiables y seguras.
44. Incentivar el progreso tecnológico, de modo tal de
incrementar la exportación argentina a mercados internacionales de altos
precios y de calidad, y abrir, muy gradualmente pero con plazo fijo, los
mercados internos a la competencia extranjera.
45. Proteger a la industria nacional, facilitando su acceso al
crédito pero impidiendo que, con protecciones de todo tipo, transforme al país
en un coto de caza privado.
46. Establecer la independencia del Banco Central, como custodio
del valor de nuestra moneda.
47. Dar a conocer públicamente todos los gastos, compras e
inversiones del Estado, en todos sus niveles.
48. Permitir a los partidos de oposición y a las distintas ONG’s
cuyas actividades se vinculen al tema, el control de las obras de
infraestructura.
49. Facilitar el acceso a la información, reprimiendo severamente
a los funcionarios que la oculten o lo impidan.
50. Transparentar y equilibrar la asignación de la pauta
publicitaria, distribuyéndola con criterios objetivos.
51. Facilitar el acceso
a los medios de comunicación públicos a todos los partidos políticos y a todas
las formas de expresión, impidiendo que aquéllos continúen siendo utilizados
por el gobierno de turno.
52. Mejorar los salarios de los primeros niveles de la
Administración pública, y prohibir el ejercicio de actividades privadas durante
los mandatos de funcionarios y legisladores.
53. Establecer una clara política de inmigración, regulada y
planificada, respetándola y haciéndola respetar por quienes deseen habitar
nuestro suelo.
54. Recuperar la salud pública, tanto en materia instrumental
como edilicia, para ponerla al eficiente servicio de cada comunidad,
arancelando las prestaciones para quienes no residan en ella.
55. Respetar los capitales asignados al fondo de sustentabilidad
de las jubilaciones; devolver al Pami y a la Anses los fondos retirados para
financiar el gasto público populista.
56. Tender, responsablemente, al pago de un porcentaje
preestablecido de los últimos salarios como jubilación, y respetar
estrictamente las sentencias judiciales previsionales.
57. Dotar al país de un desarrollado sistema de transporte vial y
ferroviario, con la indispensable participación de la inversión privada.
58. Optimizar el transporte público urbano, de modo de desalentar
el uso de medios individuales.
59. Recrear fuerzas armadas altamente capacitadas y equipadas
para ejercer efectiva defensa del territorio nacional, incluyendo a la
plataforma marítima.
60. Abrir responsablemente los cielos, de modo tal que exista una
legítima y leal competencia en el transporte aéreo, manteniendo la
participación del Estado solamente en aquellas rutas que no resulten rentables.
61. Facilitar, mediante
los pertinentes créditos a muy largo plazo, el acceso de todos los habitantes a
una vivienda digna.
62. Mantener permanente actualizado un censo de las personas que
viven en la pobreza y la indigencia, para permitir la eficiente actuación de
los planes de ayuda y progreso, pero con estricta contraprestación laboral de
los beneficiados.
63. Universalizar verdaderamente la asignación universal por
hijo, incluyendo la etapa de gestación, en reemplazo de todas las deducciones
impositivas en tal concepto y de las asignaciones familiares.
64. Establecer normas claras e inamovibles en materia de empleo,
para permitir regenerar un importante incremento de la mano de obra registrada,
y combatir fuertemente la informalidad laboral.
Estos son, a mi criterio, los puntos básicos
–probablemente, haya olvidado varios- que debemos discutir los argentinos si
queremos que nuestro país recupere el prestigio que supo tener en el concierto
mundial.
Sobre estas bases, podremos asegurar ese futuro, no
solamente para nuestros hijos y nietos sino para la misma supervivencia de la
Nación como tal.
Bs.As., 21 Feb 12
Enrique Guillermo Avogadro
Abogado.
Abogado.
E.mail: ega1@avogadro.com.ar
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