LA
FRAGATA LIBERTAD
Y
EL GOBIERNO . . .
El Gobierno teme tanto traer la Fragata Libertad…
como teme no poder traerla...
Obviamente negarán todo. Pero la realidad es que hacia el interior del Gobierno se discute y muy seriamente sobre el efecto social que tendrá cuando la Fragata llegue a Puerto. Una suerte de “ser o no ser… la traigo o no la traigo”. . . that is the question.
El tema está
repleto de complejidades
La llegada concitará una multitud y esa
multitud no será afecta al Gobierno. ¿O
alguien se imagina a “La Cámpora” o a
“Miles” de Luis D´Elía, recibiendo a la
Fragata Libertad? El tema es que
deberán haber autoridades
en la recepción y, a ninguna, le gusta ir
donde solo cosecharán
desprecio.
Todo un tema.
Como todo un tema
es que el tiempo
pase y los 44 tripulantes y el
Comandante de la Fragata,
sigan,
esperando que algo suceda.
Como no traerla, o aceptar su
pérdida, no es una opción, el
problema es mayúsculo. Pueden
intentar que el
tiempo pase y la
gente olvide.
Pero da toda la sensación que la
sociedad no olvida.
Y así como en Mar del Plata hubo una movilización de todo tipo de
embarcaciones para reclamar la recuperación de la Fragata Libertad, en los medios
oficialistas, no se les ocurrió mejor idea que decir que, históricamente, la Fragata Libertad original se iba a llamar Fragata Eva
Duarte de Perón y que el mascarón de proa iba a ser la imagen de evita.
Claramente este no es el mejor momento para traer a colación una historia que
se remonta a 1953 y que representa un modelo de democracia mítica partidaria.
Las ideas deben estar sobrevolando la
imaginación sobre el como
recuperarla y el
que hacer después.
Vallar el acceso al Puerto de Buenos
Aires
y limitarlo solo a las familias directas de la
tripulación, puede
implicar un problema, ya
que una multitud de ciudadanos, de
familiares fuera de
la primera línea de
sangre y de miles de marinos, familiares
de estos y
ciudadanos porteños
disconformes con el Gobierno Nacional,
pueden rebasar las
vallas prefecturianas.
Las que a su vez no tendrán demasiada
voluntad de reprimir a este
segmento de la
sociedad y de los familiares.
No vallar el acceso al puerto supondrá una
fiesta cuasi opositora donde el funcionario
que reciba a la Fragata, será
seguramente
denostado. Este, seguramente será el
Ministro de Defensa. Sobre él
cargaron las
responsabilidades y este podría ser su
último acto oficial.
Timerman y Garre no
aparecerán por esta zona.
¿La Presidente? Mucho menos.
Solo
lo haría si la recepción fuera a solas,
sin familiares navales, donde el
protocolo y
el silencio sean una obligación para los
oficiales y suboficiales
en actividad, o el
retiro los esperará a la vuelta de la
esquina.
Todo un problema.
Otras alternativas que pueden estar
considerando es que la Fragata Libertad
no amarre en Buenos Aires sino en Mar
del Plata. Claro que hacerlo así significa
una aceptación política del fracaso
y del
temor. Una suerte de Malvinas al revés. Lo
mismo sucedería si la orden
fuese que
llegasen a altas horas de la noche, entre la
noche y la madrugada.
En todos los casos, el vallado, si es
que
deciden hacerlo, deberán considerar que
también sea acuático. Son miles las
embarcaciones que ya se están
coordinando desde las redes sociales
(bajo el
lema “el fragatazo” para
acompañar a la
Fragata Libertad desde
todos los
puertos cercanos al acceso
continental argentino.
Todo un problema.
Son tantos los problemas que
seguramente habrán de aquellos que solo
piensen en dejar pasar el tiempo, los
meses y hasta el repatriar a la
tripulación
que queda. Otro problema.
Es muy probable que el Comandante
pueda
no querer cumplir la orden o se
genere una situación de mayor gravedad
aún.
Todo un problema.
|
El Gobierno sabe que puede depositar el dinero en los tribunales de Ghana
haciendo expresa aclaración de que eso no es una aceptación a negociar con los
llamados “fondos buitres”, sino una acción política para facilitar la
resolución del Gobierno de Ghana, como muestra de buena voluntad hasta que se
resuelva la cuestión de fondo. Puede hacerlo, pero, o no desea hacerlo, o no se
le ocurrió.
Porque también es realidad que los
acreedores internacionales y argentinos que se encuentran reclamando por sus
inversiones realizadas a través de esos llamados “fondos buitres”, que no son
otra cosa que fondos de inversión de oportunidad, tienen el derecho que les
asiste por los acuerdos originales a cobrar sus deudas, independientemente de
no haber aceptado las quitas y pagos que se sucedieran.-
No hay comentarios:
Publicar un comentario