2013
INSEGURIDAD.
El "narcodelta" de Tigre.
En las últimas décadas, el distrito de Tigre se ha caracterizado por su crecimiento rápido y sostenido, sobre todo en el aspecto edilicio.
Ésto, le ha permitido cambiar de fisonomía, y lo que antes era un páramo solitario y deshabitado pasó a ser un gran emprendimiento urbanístico de cualidades especiales.
Así, se desarrollaron los llamados "barrios cerrados", diferenciados por su elevado nivel económico, su importante "status" social, y su alto grado de privacidad.
Precisamente, éstas condiciones fueron el atractivo determinante para que, numerosos grupos de personas extranjeras vinculadas con actividades marginales decidieran radicarse allí, y también establecer su centro de operaciones clandestinas.
Quiero referirme precisamente a Nordelta, convertida últimamente en uno de los enclaves "narcos" más importantes del país. La pregunta de rigor, entonces, sería la siguiente :
¿Cómo fue que éstas asociaciones ilícitas se establecieron allí?
En principio, debo aclarar que lo hicieron sin el control ni la vigilancia de nadie, por lo que, como veremos, hay responsabilidades, al menos por inacción u omisión.
El narcotráfico "premium", por llamarlo de alguna manera, no es un delito común, ni una simple actividad prohibida.
Es un ilícito muy complejo, de "alta gama", yo diría "inteligente", que va mutando en forma constante, y se va tornando inmune a los antídotos convencionales.
Cuenta con una gran variedad de complicidades escondidas entre los pliegues y repliegues del poder, que lo hace prácticamente impune.
Con éstas propiedades, sumadas a la ostensible inercia oficial, no es difícil de imaginar que el "narco" se haya metido furtivamente allí, y se mimetizara con los demás habitantes del barrio.
Fue, como ésas visitas indeseables que "no tocan el timbre", y que por desgracia llegan para quedarse. Ahora bien, debo reconocer expresamente que el único responsable de éste desastre social es el Estado Argentino.
Pero, a la vez, ése mismo Estado se compone de personas físicas, con existencia visible, y perfectamente identificadas. Recuerdo, cuando nuestro ex Intendente fue designado como Jefe del Gabinete Nacional con todas las atribuciones y facultades legales para abordar el problema, sin embargo no lo hizo.
Simplemente, se desentendió por completo del tema, y se ocupó solamente de combatir los efectos y no las causas del accionar delictivo, persiguiendo a la inseguridad menor, aquélla que si bien perjudica, no constituye la madre de todos los males.
Claro está, que dicha operatoria resulta más conveniente desde el punto de vista político, por lo espectacular, impactante y mediática, a la vez que representa un riesgo ciertamente mínimo.
Es una estrategia engañosa, más efectista que efectiva, y la gente, ingenuamente, termina creyendo siempre lo que le muestran las propagandas.
Una cosa es el "marketing" de la seguridad, y otra bien distinta es la seguridad misma.
Cuando estalló el escándalo de Nordelta, en tiempos electorales, nuestro ex gobernante salió presuroso a pedir medidas espasmódicas y oportunistas, porque sintió que el problema lo salpicaba.
Pero, hasta ése entonces se había mantenido totalmente ajeno al problema, que ya todos conocían.
Es una verdadera pena que se haya desperdiciado una inmejorable oportunidad para luchar contra el tráfico de drogas dentro del distrito, sólo porque el referente político de entonces, quemó su tiempo en internas partidarias, campañas mediáticas y ambiciones personales.
Hoy, mientras continúe ése floreciente polo "narco" concebido, desarrollado y consolidado allí, todo el Partido de Tigre y sus alrededores, sigue siendo una zona de alto riesgo.
Juan Jose Carrasco.
Juan Jose Carrasco.
Abogado.
legitima defenza.
dr.jjcarrasco@gmail.com.
1 comentario:
Es evidente que no todos tenemos la misma responsabilidad frente a est lacra. Sin duda son los políticos y quienes ocupan funciones de gobierno en los distintas jurisdicciones, municipales, provinciales y nacionales, los que tienen la mayor de las responsabilidades, sobre todo cuando ya pasaron tantos años de gobierno. A las claras perdimos más de una década en ese terreno.
Rafael Sirvén http://rrsirven.blogspot.com
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