CONMOVEDORAS RENUNCIAS. nº 1.
¿0 NO?
Dr. Jorge R. Enríquez.
Desde las pantallas de televisión, especialmente en los entretiempos del "Fùtbol para Todos", algunos actores y otras figuras mediáticas apelan a nuestro corazón y nos piden que no seamos egoístas y renunciemos a los subsidios. Nos recuerdan que usamos el agua para llenar las piletas de nuestras lujosas casas en los countries o para lavar nuestras suntuarias 4 x 4. Es raro, porque la enorme mayoría de los argentinos no vive en barrios privados ni tiene 4 x 4.
Además, estos personajes usados por el gobierno nacional recitan un libreto que -aunque tal vez muchos de ellos no lo sepan- es de un extraordinario cinismo.
Somos los críticos de este gobierno quienes desde hace muchos años venimos denunciando esta situación absurda de los subsidios. Los "subsidios para todos" han sido una medida regresiva socialmente y un estímulo al despilfarro de una magnitud difícil de concebir.
En buena hora si finalmente las autoridades nacionales se dieron cuenta de esto, aunque sea presionadas por el agotamiento de la "caja" y, desde luego, bajo el amparo del blindaje político que le confiere el 54 % de los votos obtenidos en los últimos comicios.
Con el fin de la fiesta - que hemos venido anticipando desde esta columna - llegó el momento de pagarla y no hay fondos. El estrafalario “modelo” se quedó sin recursos. Entonces hay que inventar un nuevo tributo para sostenerlo, aunque se lo enmascare bajo el eufemismo “eliminación de un subsidio”.
Pero no se entiende por qué -como cualquier persona sensata lo recomendaba- esta eliminación de subsidios no se hizo desde hace mucho tiempo y en forma gradual.
Cuando las decisiones políticas no se toman por virtud, se deben adoptar por necesidad y ahora la urgencia obedece a paliar el abultado déficit de la balanza comercial energética, que se llevó en estos dos últimos años us$ 14.000 millones y promete arrasar con otros us$ 13,000 en 2012, conforme las previsiones presupuestarias del gobierno para el ejercicio del año venidero.
¡Y pensar que, durante más de dos décadas, la Argentina tuvo superávit en esta materia, gracias a su autoabastecimiento energético y a las exportaciones de petróleo y sus derivados!
Ahora bien, la promoción de las renuncias es ridícula.
Lo que se pretende es transferir a los habitantes el peso de decisiones que corresponde adoptar a los funcionarios públicos; en rigor, le correspondería al Congreso Nacional, pero ya sabemos que en materia presupuestaria, tributaria y de asignación de recursos, el poder legislativo es para el kirchnerismo cartón pintado.
Es el gobierno el que debe resolver esta cuestión. Puede eliminar totalmente los subsidios o puede establecer ciertas categorías de personas que los mantendrán total o parcialmente. Esta clasificación puede hacerse conforme a diversos criterios (nivel de ingresos, área de residencia, etc.), siempre que sean razonables.
Pero la decisión es indelegablemente estatal.
¿Porqué el Sr. José González, que no vive en Nordelta sino en un departamentito de dos ambientes en La Paternal y trabaja como mozo en un bar del centro renunciará, conmovido por el ruego de Hugo Arana, a un subsidio que su vecino, Juan Rodríguez, que presumiblemente gana más porque va a su oficina vestido de traje, no resignará? ¿Y por qué habría de renunciar Ricardo Pérez, a quien la AFIP le comunicó, cuando quiso adquirir 200 dólares, que no estaba "validado", es decir, que no tenía la capacidad económica como para hacerlo?
El kirchnerismo es reacio a las reglas generales.
Prefiere los casos individuales, sin normas, sin actos administrativos, sin criterios explicitados, en los que el método Moreno se desarrolla libre de toda traba legal.
Al fin y al cabo, la legalidad no es más que otro mito burgués y neoliberal, como lo demostrará también el siempre ubicuo Pacho O`Donnell al frente del instituto desde el que nos revelará todo lo que “los malos” se empeñaron en ocultarnos por dos siglos.
La "misce en scéne" de las renuncias ha sido otro culebrón kirchnerista.
Campaña de autopromoción, como acertadamente la definió Beatriz Sarlo.
En el registro consta que el heroísmo de la primera renuncia es de la Sra. Cristina Fernández, a la que sigue, en esta cruzada patriótica, todo su gabinete.
Así, la Primera Renunciante da otra vez el ejemplo.
Es una lástima que no renuncie a la propaganda personal que sufragamos todos los argentinos en "Fútbol para Todos".
El país se ahorraría bastante más que con las eliminaciones de los subsidios.
(*) El autor es abogado y periodista
Viernes 2 de diciembre de 2011 .
Dr. Jorge R. Enríquez
jrenriquez2000@gmail.com
twitter: @enriquezjorge.
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CONMOVEDORAS RENUNCIAS. Nº 2.
¿0 NO?
YO NO RENUNCIO-
Por Alfredo Leuco.
No me gusta la demagogia. Ni los que se prestan a las operaciones de marketing del gobierno. No me gusta que me usen. Me parece una falta de respeto a la inteligencia de los argentinos que una serie de ricos y famosos intente mostrarse como almas sensibles y caritativas. Ayer lo definimos acá como jueguito para la tribuna o venta de humo. A mí y a la inmensa mayoría de los argentinos nos van a sacar los escandalosos subsidios sin que movamos un dedo.
Por supuesto que tampoco voy a hacer nada para que me mantengan los subsidios. A todas luces no los necesito. Pero tampoco necesito hacer exhibición de mi bondad para que el gobierno haga propaganda y oculte el tema de fondo. La única verdad es que acá muchos sectores que no son desocupados ni excluidos van a ser castigados con la quita de los subsidios. Conozco infinidad de gente que se va a agarrar la cabeza cuando le lleguen multiplicados por dos o por tres el gas, la luz y el agua. Son ciudadanos argentinos a los que esa situación les hace un agujero terrible en su frágil economía. Gente que vive con lo justo.
Que mantiene a sus suegros o a sus viejos porque todavía son castigados con la injusticia de no recibir el 82% móvil. Parejas jóvenes en los que uno solo de los integrantes tiene trabajo con un sueldo apenas modesto. Pero les van a sacar los subsidios porque tienen un departamentito de 60 metros cuadrados. Lo heredaron de sus viejos y es lo único que tienen en el mundo. Todo es una farsa. Una gigantesca improvisación, un volantazo tras otro de parte de un gobierno que quiere disfrazar este paso atrás como un paso adelante en la equidad social.
Los que pueden pagar no necesitan ayuda del estado. OK. ¿Cual es la novedad? ¿Cómo explican los millones y millones que les regalaron a grandes empresas y a millonarios con el dinero de todos los argentinos? ¿Quieren tapar todo con esta cortina de humo? Tratan de instalar un campeonato de ricos y famosos para ver quien es más generoso y desprendido. Para un gobierno que se dice progresista, ¿No sería mejor una reforma tributaria para que el sistema sea menos regresivo? En la lista hay de todo.
La encabeza la presidenta de la Nación porque quieren transmitir que ella es la que se pone a la cabeza del operativo desprendimiento para todos y todas. Preguntas: ¿Renunció a los subsidios en las 25 propiedades que tiene? Porque la presidenta es propietaria de 2.905 metros cuadrados de 18 casas, 688 de 4 departamentos, 558 de dos locales y 2.100 de un terreno. ¿Todos tenían subsidios? Otra pregunta: ¿A que renunciaron Amado Boudou y Julio de Vido? Porque sus viviendas en Puerto Madero y en un country ya habían perdido el privilegio del subsidio. ¿O la idea es desviar la atención y disfrazar de épica revolucionaria un simple hecho administrativo que además es innecesario porque el subsidio se lo van a sacar igual? En la lista de los primeros que renunciaron a los subsidios hay de todo. Gente que elude y evade impuestos.
Gente que tiene que rendir cuentas a la justicia por mentir en sus declaraciones juradas para pagar menos, o que fingió una quiebra o que no dan facturas para embolsar en negro parte de lo que ganan o que dibujan sociedades extrañas en el fin del mundo para no ser tan solidarios como quieren mostrarse ahora. Tiene razón Beatriz Sarlo cuando dice que todo esto se parece más a una campaña de autopromoción y a una especie de test moral o examen de ingreso para los que quieren participar en la kermesse de las almas bellas.
Yo no voy a hacer ninguna presentación y por lo tanto me van a sacar los subsidios. Y sin hacer tanta alharaca. Que el gobierno deje de gastar dinero en la publicidad oficial que intenta hacer creer a la gente que el desprendimiento invadió la vida de ricos y famosos. Que el gobierno proceda. Que pague los costos políticos correspondientes por haber mantenido durante tanto tiempo una política arbitraria, injusta y de absoluta oscuridad ética. Dejen de tirar fuegos artificiales. Dejen de sobreactuar para esconder estos ajustes y los que se vienen. Conmigo no cuenten. Conmigo no, De Vido. Yo no renuncio.
Alfredo Leuco
Por supuesto que tampoco voy a hacer nada para que me mantengan los subsidios. A todas luces no los necesito. Pero tampoco necesito hacer exhibición de mi bondad para que el gobierno haga propaganda y oculte el tema de fondo. La única verdad es que acá muchos sectores que no son desocupados ni excluidos van a ser castigados con la quita de los subsidios. Conozco infinidad de gente que se va a agarrar la cabeza cuando le lleguen multiplicados por dos o por tres el gas, la luz y el agua. Son ciudadanos argentinos a los que esa situación les hace un agujero terrible en su frágil economía. Gente que vive con lo justo.
Que mantiene a sus suegros o a sus viejos porque todavía son castigados con la injusticia de no recibir el 82% móvil. Parejas jóvenes en los que uno solo de los integrantes tiene trabajo con un sueldo apenas modesto. Pero les van a sacar los subsidios porque tienen un departamentito de 60 metros cuadrados. Lo heredaron de sus viejos y es lo único que tienen en el mundo. Todo es una farsa. Una gigantesca improvisación, un volantazo tras otro de parte de un gobierno que quiere disfrazar este paso atrás como un paso adelante en la equidad social.
Los que pueden pagar no necesitan ayuda del estado. OK. ¿Cual es la novedad? ¿Cómo explican los millones y millones que les regalaron a grandes empresas y a millonarios con el dinero de todos los argentinos? ¿Quieren tapar todo con esta cortina de humo? Tratan de instalar un campeonato de ricos y famosos para ver quien es más generoso y desprendido. Para un gobierno que se dice progresista, ¿No sería mejor una reforma tributaria para que el sistema sea menos regresivo? En la lista hay de todo.
La encabeza la presidenta de la Nación porque quieren transmitir que ella es la que se pone a la cabeza del operativo desprendimiento para todos y todas. Preguntas: ¿Renunció a los subsidios en las 25 propiedades que tiene? Porque la presidenta es propietaria de 2.905 metros cuadrados de 18 casas, 688 de 4 departamentos, 558 de dos locales y 2.100 de un terreno. ¿Todos tenían subsidios? Otra pregunta: ¿A que renunciaron Amado Boudou y Julio de Vido? Porque sus viviendas en Puerto Madero y en un country ya habían perdido el privilegio del subsidio. ¿O la idea es desviar la atención y disfrazar de épica revolucionaria un simple hecho administrativo que además es innecesario porque el subsidio se lo van a sacar igual? En la lista de los primeros que renunciaron a los subsidios hay de todo. Gente que elude y evade impuestos.
Gente que tiene que rendir cuentas a la justicia por mentir en sus declaraciones juradas para pagar menos, o que fingió una quiebra o que no dan facturas para embolsar en negro parte de lo que ganan o que dibujan sociedades extrañas en el fin del mundo para no ser tan solidarios como quieren mostrarse ahora. Tiene razón Beatriz Sarlo cuando dice que todo esto se parece más a una campaña de autopromoción y a una especie de test moral o examen de ingreso para los que quieren participar en la kermesse de las almas bellas.
Yo no voy a hacer ninguna presentación y por lo tanto me van a sacar los subsidios. Y sin hacer tanta alharaca. Que el gobierno deje de gastar dinero en la publicidad oficial que intenta hacer creer a la gente que el desprendimiento invadió la vida de ricos y famosos. Que el gobierno proceda. Que pague los costos políticos correspondientes por haber mantenido durante tanto tiempo una política arbitraria, injusta y de absoluta oscuridad ética. Dejen de tirar fuegos artificiales. Dejen de sobreactuar para esconder estos ajustes y los que se vienen. Conmigo no cuenten. Conmigo no, De Vido. Yo no renuncio.
Alfredo Leuco
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