domingo, 11 de diciembre de 2011

Pan y circo:

Cuando algunos medios de comunicación:
Inventan las noticias.

Uno de los aspectos que más influyen en la opinión pública es la manera en que los medios de comunicación reflejan los acontecimientos. Todos los días se generan miles de noticias sobre los más variados temas lo que deja ver que de ninguna forma hay una crisis en las fuentes de la información, como muchas veces se suele pensar. 
Pero el hecho de que no exista una crisis en cuanto a la materia prima del periodismo no significa que no haya ningún tipo de crisis.
El periodismo, como nos recordó en excelente material afín el semanario Alfa y Omega español en septiembre del año pasado (cfr. No. 557), tenía tradicionalmente una doble función: la de dar las noticias y la de explicarlas. ¿Esto sigue siendo así? 
Una mirada a buena parte de la prensa mundial parece negar como respuesta.
En el último mensaje para la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, Benedicto XVI señaló que «hoy, de una manera más marcada, la comunicación parece tener en ocasiones la pretensión no sólo de representar la realidad, sino de determinarla gracias al poder y la fuerza de sugestión que posee. Se constata, por ejemplo, que sobre algunos acontecimientos los medios no se utilizan para una adecuada función de informadores, sino para «crear» los eventos mismos» (cfr. No. 3).

Noticias las hay a diario y por montones. ¿Qué sucede entonces? Partimos de una realidad: hay una saturación de información. El público exige ya no sólo lo novedoso sino lo que verdaderamente capte su atención y eso dependerá también de la manera como le sea presentada.

Los medios de comunicación compiten entre sí y, en su afán por ganarse una exclusiva para hacerse con más auditorio y mantener al que ya tienen, reinventan la información creando eventos que, las más de las veces, en temas puntuales concretos, no coinciden con la realidad. Obviamente, en consecuencia, todo lo anterior les dará más entradas de dinero además de obligarles a buscar.

Ciertamente, como deja entrever Benedicto XVI, no se trata de todo tipo de informaciones sino de algunos acontecimientos en particular. ¿Cuáles?

Como reportaba Alfa y Omega (cfr. No. 557) en el artículo «En clave de conflicto, La Iglesia en España y los medios de comunicación», la así llamada «información religiosa», a secas, no interesa pues, si no hay conflicto, no vende. De hecho, el grande número de personas, incluyendo católicos, están mal acostumbrados a distinguir entre dos Iglesias: la que conoce de primera mano y la que le presenta la prensa.

Ratzinger ha experimentado en primera persona, incluso desde antes de su elección como Papa, el ser «objeto mediático» a partir del cual se han creado eventos que acaparan la atención del público en el mundo. ¿La razón? Sencilla. El Papa es la persona más global que existe y en la que media humanidad pone los ojos hora tras hora, día tras día. En otras palabras, el Papa sí vende.

Lo anterior se ha podido comprobar desde el día en que fue elegido sucesor de Juan Pablo II. Mientras la noticia era que había resultado electo, varios periódicos y noticieros vendieron la misma información con otras connotaciones: unos declaraban la llegada de un conservador a la silla de Pedro mientras otros hablaban de la entronización del «Bull dog» de la ortodoxia como cabeza de la Iglesia católica.

La polémica más fastidiosa, por sus repercusiones internacionales, fue la creada por la BBC de Londres a raíz del sacar fuera de contexto un párrafo del discurso que Benedicto XVI pronunció en la universidad de Ratisbona (un análisis minucioso lo hicimos en el artículo «La BBC y el prejuicio anticristiano» que se puede leer en el siguiente enlace).

Pero no ha sido todo. Cuando el 22 de febrero de 2007 vio la luz la exhortación apostólica Sacramentum Caritatis, varios medios se centraron en destacar sólo dos números de los 97 que contenía el documento y que, ciertamente, no eran los sustanciales. La reducción se enfocó a tachar al Papa de «dictador» al querer prescribir nuevamente el latín y el canto gregoriano en la liturgia de la Iglesia. Una lectura atenta y detallada del escrito nos indicaba que el Pontífice lo que había hecho fue pedir se valorara el canto gregoriano como canto propio de la liturgia romana (cfr. No. 42), recomendar el uso del latín en celebraciones durante encuentros internacionales (cfr. No. 62) e invitar a los que se preparan para el sacerdocio se iniciasen en el dominio y uso de esa lengua.

El 7 de julio de 2007, tras la aparición del documento Summorum Pontificum que posibilitaba el uso de la liturgia vigente hasta antes de 1970, no fueron pocos los medios de comunicación que tacharon de medievalista y retrógrado a Benedicto XVI al, según ellos, dar pasos atrás en materia litúrgica. Lo extraño fue que en todos los reportes de noticias no se indicaba exactamente por qué esa posibilidad de volver a usar el antiguo rito suponía un retraso y menos aún se explicaba en qué consistía y por qué se había llegado a esa resolución.

A finales de octubre de 2007, representantes del partido socialista español culparon al Vicario de Cristo y a la Conferencia Episcopal de aquel país de encrespar los ánimos de la sociedad española al aceptar la beatificación de 498 mártires de la persecución de la Iglesia en España. El diario El País se dio a la tarea de acentuar el hecho y difundir las opiniones de la parte acusante pero se le olvidó dedicar al menos un espacio a una distinción que se hizo desde Roma y recalcaron los obispos españoles: los mártires lo habían sido de la persecución religiosa, no de la guerra civil, tema sobre el que se centraban las calumnias y verdadera trama de bifurcaciones. Por entonces, además, los socialistas promovieron y aprobaron una ley en el reino que sí dividía y encrespaba a la ya polarizada sociedad español. La ley consistía en prohibir todo símbolo franquista y declarar al bloque opositor a la república que fue España como exclusivo victimario.

El 13 de enero de 2008 las calificaciones y cavilaciones se centraron de nuevo en el «conservadurismo» del Papa y sus «retrocesos» al celebrar la misa de espalda a los fieles en el altar de la capilla Sixtina con ocasión de la administración del sacramento del bautismo. Sólo los medios de comunicación católicos agregaron a la nota el porqué del hecho: en ese altar, que data del siglo XVI, no se puede celebrar de otra manera pues está adosado a la pared.

No ha sido todo. Más recientemente, el Papa ha vuelto a ser objeto mediático y «evento» a raíz de la invitación fallida a la universidad de La Sapienza de Roma, una respuesta sobre el infierno a un sacerdote salesiano el pasado 7 de febrero de 2008 en un encuentro con sacerdotes y diáconos de la diócesis de Roma y la modificación de una oración de la liturgia de Semana Santa en la que se pide por los judíos.

En el primer caso, una minutísima parte del alumnado y personal docente de la universidad que se oponían a la visita de Benedicto XVI a la máxima casa de estudios de Roma, se vieron fortalecidos por el protagonismo que les dieron los medios de comunicación al grado de perseverar en su actitud y hacer abdicar al Romano Pontífice de su intención inicial. En el segundo caso, varios presentadores y articulistas pusieron en oposición las palabras que Juan Pablo II utilizó en su momento para puntualizar la noción de infierno con las que Benedicto XVI usó en su respuesta al religioso salesiano. Efectivamente, eran diversas las palabras con las que definían el mismo concepto, pero se trataba de dos modos distintos de expresar la misma realidad. En el tercer caso se dieron eco a las declaraciones de rabinos inconformes de que se orase por ellos y de los cuales ni siquiera teníamos noción de que existían además de que periódicos, como el mexicano Reforma, entre otros muchos, calificaron el gesto de poco ecuménico cuando el ecumenismo es exclusivo de las confesiones cristianas. Lo correcto hubiese sido llamarlo «poco favorecedor del diálogo inter-religioso» aunque, aún así, sería muy parcial dado que primero deberían explicar si efectivamente afectó las relaciones judaísmo-catolicismo y poner en antecedentes de cuáles eran, algo que, para ese diario mexicano en concreto, sería mucho pedir.

Queda claro que la imagen deformada de algunas instituciones y personas no se debe únicamente a los criterios con que se trabaja la información en general y la falta de especialización con que se maneja la religiosa en particular. Es sintomático que un medio se decante por dar «pan y circo» a una auditorio que se los pide en lugar de buscar transmitir con claridad puntual los acontecimientos y ser así un factor de educación social. No está vedado el reconocer que buena parte de ello se debe al factor dinero que prima sobre el ético. Con razón Benedicto XVI ha pedido una infoética no sólo para el comunicador, sino también para el que recibe el mensaje y para el mensaje mismo.

Autor: 


Jorge Enrique Mújica, LC
Fuente: 


ConoZe.com

RENUNCIAS Varios Modelos.

CONMOVEDORAS RENUNCIAS. nº 1.

¿0 NO?


Dr. Jorge R. Enríquez.
Desde las pantallas de televisión, especialmente en los entretiempos del "Fùtbol para Todos", algunos actores y otras figuras mediáticas apelan a nuestro corazón y nos piden que no seamos egoístas y renunciemos a los subsidios. Nos recuerdan que usamos el agua para llenar las piletas de nuestras lujosas casas en los countries o para lavar nuestras suntuarias 4 x 4.
Es raro, porque la enorme mayoría de los argentinos no vive en barrios privados ni tiene 4 x 4. 

Además, estos personajes usados por el gobierno nacional recitan un libreto que -aunque tal vez muchos de ellos no lo sepan- es de un extraordinario cinismo.
Somos los críticos de este gobierno quienes desde hace muchos años venimos denunciando esta situación absurda de los subsidios. Los "subsidios para todos" han sido una medida regresiva socialmente y un estímulo al despilfarro de una magnitud difícil de concebir.
En buena hora si finalmente las autoridades nacionales se dieron cuenta de esto, aunque sea presionadas por el agotamiento de la "caja" y, desde luego, bajo el amparo del blindaje político que le confiere el 54 % de los votos obtenidos en los últimos comicios.
Con el fin de la fiesta - que hemos venido anticipando desde esta columna - llegó el momento de pagarla y no hay fondos. El estrafalario “modelo” se quedó sin recursos. Entonces hay que inventar un nuevo tributo para sostenerlo, aunque se lo enmascare bajo el eufemismo “eliminación de un subsidio”.
Pero no se entiende por qué -como cualquier persona sensata lo recomendaba- esta eliminación de subsidios no se hizo desde hace mucho tiempo y en forma gradual.
Cuando las decisiones políticas no se toman por virtud, se deben adoptar por necesidad y ahora la urgencia obedece a paliar el abultado déficit de la balanza comercial energética, que se llevó en estos dos últimos años us$ 14.000 millones y promete arrasar con otros us$ 13,000 en 2012, conforme las previsiones presupuestarias del gobierno para el ejercicio del año venidero.
¡Y pensar que, durante más de dos décadas, la Argentina tuvo superávit en esta materia, gracias a su autoabastecimiento energético y a las exportaciones de petróleo y sus derivados!
Ahora bien, la promoción de las renuncias es ridícula. 

Lo que se pretende es transferir a los habitantes el peso de decisiones que corresponde adoptar a los funcionarios públicos; en rigor, le correspondería al Congreso Nacional, pero ya sabemos que en materia presupuestaria, tributaria y de asignación de recursos, el poder legislativo es para el kirchnerismo cartón pintado.
Es el gobierno el que debe resolver esta cuestión. Puede eliminar totalmente los subsidios o puede establecer ciertas categorías de personas que los mantendrán total o parcialmente. Esta clasificación puede hacerse conforme a diversos criterios (nivel de ingresos, área de residencia, etc.), siempre que sean razonables.
Pero la decisión es indelegablemente estatal. 

¿Porqué el Sr. José González, que no vive en Nordelta sino en un departamentito de dos ambientes en La Paternal y trabaja como mozo en un bar del centro renunciará, conmovido por el ruego de Hugo Arana, a un subsidio que su vecino, Juan Rodríguez, que presumiblemente gana más porque va a su oficina vestido de traje, no resignará? ¿Y por qué habría de renunciar Ricardo Pérez, a quien la AFIP le comunicó, cuando quiso adquirir 200 dólares, que no estaba "validado", es decir, que no tenía la capacidad económica como para hacerlo?
El kirchnerismo es reacio a las reglas generales. 

Prefiere los casos individuales, sin normas, sin actos administrativos, sin criterios explicitados, en los que el método Moreno se desarrolla libre de toda traba legal.
Al fin y al cabo, la legalidad no es más que otro mito burgués y neoliberal, como lo demostrará también el siempre ubicuo Pacho O`Donnell al frente del instituto desde el que nos revelará todo lo que “los malos” se empeñaron en ocultarnos por dos siglos.
La "misce en scéne" de las renuncias ha sido otro culebrón kirchnerista. 

Campaña de autopromoción, como acertadamente la definió Beatriz Sarlo. 
En el registro consta que el heroísmo de la primera renuncia es de la Sra. Cristina Fernández, a la que sigue, en esta cruzada patriótica, todo su gabinete. 
Así, la Primera Renunciante da otra vez el ejemplo.
Es una lástima que no renuncie a la propaganda personal que sufragamos todos los argentinos en "Fútbol para Todos".

 El país se ahorraría bastante más que con las eliminaciones de los subsidios. 
(*) El autor es abogado y periodista
Viernes 2 de diciembre de 2011 .
Dr. Jorge R. Enríquez
jrenriquez2000@gmail.com

twitter: @enriquezjorge.
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CONMOVEDORAS RENUNCIAS. Nº 2.

¿0 NO?

YO NO RENUNCIO- 

Por Alfredo Leuco. 

No me gusta la demagogia. Ni los que se prestan a las operaciones de marketing del gobierno. No me gusta que me usen. Me parece una falta de respeto a la inteligencia de los argentinos que una serie de ricos y famosos intente mostrarse como almas sensibles y caritativas. Ayer lo definimos acá como jueguito para la tribuna o venta de humo. A mí y a la inmensa mayoría de los argentinos nos van a sacar los escandalosos subsidios sin que movamos un dedo.
Por supuesto que tampoco voy a hacer nada para que me mantengan los subsidios. A todas luces no los necesito. Pero tampoco necesito hacer exhibición de mi bondad para que el gobierno haga propaganda y oculte el tema de fondo. La única verdad es que acá muchos sectores que no son desocupados ni excluidos van a ser castigados con la quita de los subsidios. Conozco infinidad de gente que se va a agarrar la cabeza cuando le lleguen multiplicados por dos o por tres el gas, la luz y el agua. Son ciudadanos argentinos a los que esa situación les hace un agujero terrible en su frágil economía. Gente que vive con lo justo.
Que mantiene a sus suegros o a sus viejos porque todavía son castigados con la injusticia de no recibir el 82% móvil. Parejas jóvenes en los que uno solo de los integrantes tiene trabajo con un sueldo apenas modesto. Pero les van a sacar los subsidios porque tienen un departamentito de 60 metros cuadrados. Lo heredaron de sus viejos y es lo único que tienen en el mundo. Todo es una farsa. Una gigantesca improvisación, un volantazo tras otro de parte de un gobierno que quiere disfrazar este paso atrás como un paso adelante en la equidad social.
Los que pueden pagar no necesitan ayuda del estado. OK. ¿Cual es la novedad? ¿Cómo explican los millones y millones que les regalaron a grandes empresas y a millonarios con el dinero de todos los argentinos? ¿Quieren tapar todo con esta cortina de humo? Tratan de instalar un campeonato de ricos y famosos para ver quien es más generoso y desprendido. Para un gobierno que se dice progresista, ¿No sería mejor una reforma tributaria para que el sistema sea menos regresivo? En la lista hay de todo.
La encabeza la presidenta de la Nación porque quieren transmitir que ella es la que se pone a la cabeza del operativo desprendimiento para todos y todas. Preguntas: ¿Renunció a los subsidios en las 25 propiedades que tiene? Porque la presidenta es propietaria de 2.905 metros cuadrados de 18 casas, 688 de 4 departamentos, 558 de dos locales y 2.100 de un terreno. ¿Todos tenían subsidios? Otra pregunta: ¿A que renunciaron Amado Boudou y Julio de Vido? Porque sus viviendas en Puerto Madero y en un country ya habían perdido el privilegio del subsidio. ¿O la idea es desviar la atención y disfrazar de épica revolucionaria un simple hecho administrativo que además es innecesario porque el subsidio se lo van a sacar igual? En la lista de los primeros que renunciaron a los subsidios hay de todo. Gente que elude y evade impuestos.
Gente que tiene que rendir cuentas a la justicia por mentir en sus declaraciones juradas para pagar menos, o que fingió una quiebra o que no dan facturas para embolsar en negro parte de lo que ganan o que dibujan sociedades extrañas en el fin del mundo para no ser tan solidarios como quieren mostrarse ahora. Tiene razón Beatriz Sarlo cuando dice que todo esto se parece más a una campaña de autopromoción y a una especie de test moral o examen de ingreso para los que quieren participar en la kermesse de las almas bellas.
Yo no voy a hacer ninguna presentación y por lo tanto me van a sacar los subsidios. Y sin hacer tanta alharaca. Que el gobierno deje de gastar dinero en la publicidad oficial que intenta hacer creer a la gente que el desprendimiento invadió la vida de ricos y famosos. Que el gobierno proceda. Que pague los costos políticos correspondientes por haber mantenido durante tanto tiempo una política arbitraria, injusta y de absoluta oscuridad ética. Dejen de tirar fuegos artificiales. Dejen de sobreactuar para esconder estos ajustes y los que se vienen. Conmigo no cuenten. Conmigo no, De Vido. Yo no renuncio.
Alfredo Leuco