miércoles, 2 de mayo de 2012

Dr. Juan Carlo Amatucci.


Deconstrucción

del lenguaje.



Autor: Hernán Traverso. 


Lic. en Ciencias de la Comunicación, 

Opinión Pública y Publicidad (UBA)

Existen palabras que cambiaron de 


significado.    
Coherencia, por ejemplo, es una de ellas. 
Según la Real Academia Española (RAE), el término refiere a una actitud lógica y consecuente respecto de una posición anterior: lo hago por coherencia con mis principios. 
En otras palabras, hay coherencia cuando hacer y decir son la misma cosa.
Esta definición, hoy día, es cada vez más difícil de figurar. 
La palabra fue sufriendo atropellos, como tantas otras cosas en nuestro país. 
En la actualidad, por desgracia,  coherente, es que el Vicepresidente sugiera defender la industria nacional y condenar la importación de productos, desde un dispositivo importado (iphone) que utiliza para comunicarse a través de Facebook y Twitter. 
Coherente es también que Rodrigo “La Hiena” Barrios, luego de ser condenado a prisión por matar a una mujer embarazada, esté en condiciones de quedar en libertad bajo fianza.
Lo interesante de estos cambios de sentido es observar que este vaciamiento simbólico deriva del previo vaciamiento institucional. Estructuras cerradas, como instituciones o palabras, ya no son. Antes, mientras los hombres cambiaban, y el habla se modificaba, las instituciones y el lenguaje prevalecían. 
Hoy no. 
Estamos viviendo la desconstrucción del lenguaje.