lunes, 26 de mayo de 2014

A cada uno. . .

2014









LA HERENCIA 
KIRCHNERISTA


 


En la historia de un país, una "herencia" de un gobierno nos remite a las herramientas morales y materiales que éste deja a las generaciones siguientes, sin depender de los avatares de la fortuna, ni de cosechas extraordinarias, ni de yacimientos inesperados.
Si bien es prematuro referirse a la "herencia" que dejará el kirchnerismo, cuando aún queda más de un año y medio para que Cristina Fernández de Kirchner concluya su gestión, la presidenta de la Nación se anticipó al realizar su propia evaluación , en un acto en la Casa de Gobierno, donde manifestó: "Al próximo presidente le quiero dejar un país mucho mejor" y , refiriéndose a las "conquistas logradas", remató: " Acuérdense de cómo estaban en 2003 y cómo están ahora".
La llamada "década ganada" se caracterizó por el gasto y el consumo "ahora", para construir poder, sin inversiones ni visión de largo plazo.
Es bueno que tantas familias hayan tenido acceso al automóvil, renovado sus electrodomésticos y gozado de vacaciones, pero ni el auto, ni la heladera, ni el plasma -y mucho menos, las vacaciones- son bienes que heredarán las generaciones siguientes.
También aplaudirán 14 millones de personas que viven del Estado, entre las que hay jubilados que no han realizado aportes, empleados públicos y beneficiarios de planes sociales. Y no dejarán de aplaudir los empresarios con regímenes de privilegio para vender caro a los argentinos, ni quienes reciben subsidios sin controles o una tan sideral como arbitraria pauta publicitaria, ni los contratistas que evitan las licitaciones públicas.
Los aplausos tentaron al progresismo, que se malversó en provecho personal. 

Desde los sueños compartidos entre Madres, hasta la bolsa de Miceli, la valija de Antonini o los retornos de Jaime. Sin olvidar la apropiación de una imprenta para fabricar billetes y los lujosos hoteles de El Calafate con habitaciones reservadas y abonadas aunque no se ocupen, para justificar pagos a la familia presidencial. El progresismo también olvidó la condena moral hacia el juego, autorizando bingos, casinos y tragamonedas, reductos ideales para lavar dinero, si no se optase por blanquearlo con los Cedin.
Al ritmo de los aplausos bajaron las reservas, se consumió el stock ganadero, cerraron frigoríficos, desapareció el trigo, se desalentó la lechería, se castigaron las economías regionales, se acabó el petróleo, hizo cortocircuito la energía eléctrica, faltaron gas e insumos industriales, chocaron los trenes, y el dólar y muchas libertades fueron condenadas al cepo.

El Banco Central fue autorizado para emitir sin respaldo. 
La Argentina ocupa el cuarto puesto en inflación, luego de Venezuela, República Belarús y Egipto. 
Las autoridades han intentado ocultarlo, falseando las estadísticas del Indec. 
La inflación destruye el ahorro y, sin ahorro, no hay inversión. Impulsa la carrera de precios y salarios, con despidos y paros. 
Fortalece la "patria sindical". 
Resucita la "patria financiera" y bastardea la moneda nacional, tenga la imagen de Roca o de Evita. 
Pero ¿a quién le importó el ahorro, si hubo Fútbol para Todos, Tecnópolis, Bicentenario, feriados puente y Precios Cuidados para combatir el agio y la especulación?
Mientras el gobierno argentino financió la fiesta con más y más inflación, nuestros vecinos, como Chile, Uruguay e incluso Bolivia, lograron financiarse en el mundo a tasas menores al 5% anual, un nivel entre dos y tres veces inferior al que podría endeudarse hoy la Argentina.
Para sostener el gasto público, los planes sociales y los sueldos camporistas se necesita un vigoroso sector privado que ofrezca empleos en serio, basados en su productividad y no en proteccionismo. 
Pero mejorar los servicios públicos y expandir la infraestructura requiere créditos de largo plazo, bajo ley extranjera. Sin esas inversiones, los anuncios matutinos del jefe de Gabinete o los vespertinos de la Presidenta son cartón pintado. 
Por ello, cuando el andamiaje estatal se queda sin fondos, se ajusta por presión tributaria y por devaluación, y se elevan la pobreza y la indigencia.
La educación merece un comentario aparte, pues la mayor inversión realizada en edificios y equipamiento no ha sido acompañada con una mejor calidad educativa, y la escuela pública continúa su decadencia, lo cual impide que los más pobres puedan insertarse en la sociedad a través de un trabajo genuino, rompiendo la brecha de desigualdad que cada año se ensancha. De cada 100 estudiantes que ingresan en las Universidades Nacionales, sólo UNO termina su carrera.

El sistema legal ha inspirado la tolerancia hacia el delito, impulsando la justicia por mano propia, el linchamiento, la violencia escolar, el forzamiento de guardias de hospitales, los tiroteos entre sindicalistas y los palazos en canchas de fútbol. 
Los cortes de calles por piquetes, los bloqueos de plantas industriales y la ocupación de tierras por doquier, pasando por las intimidaciones de "trapitos" o limpiavidrios, han sido incentivados por la inacción oficial, basada absurdamente en el criterio de que la protesta social no puede ser criminalizada.

La Conferencia Episcopal acaba de sentenciar que "la Argentina está enferma de violencia", atribuyendo a la corrupción y la impunidad la proliferación del crimen organizado. Corrupción y violencia, más el juego y el "lavado", han convertido nuestro país en un lugar de elaboración, consumo y tráfico de drogas.
La dilapidación de la "herencia" no ha sido sólo material, sino también ética y cultural. 
Para crear un "nuevo orden", el kirchnerismo apuntó contra las instituciones republicanas, la mejor herencia de nuestros mayores. 
El primer acto fue reescribir la historia nacional como lucha revolucionaria de liberación, condenándose el modelo de la Organización Nacional.

El segundo acto ha sido desviar los fondos culturales del área específica (ahora ministerio) a la Unidad del Bicentenario, en la propia Casa Rosada, responsable de armar los grandes shows mediáticos que encandilan a la Presidenta y convocan multitudes, con fines proselitistas. 
Pompas de jabón que tampoco se heredarán, salvo su costo inflacionario, que se pagará con ajuste. En los papeles, la teoría de la liberación fue aplicada al pie de la letra: nos hemos alineado con Cuba, Venezuela, Irán y hasta con Rusia.
Para la liberación, el canciller Héctor Timerman empleó su alicate para abrir cajas precintadas del avión militar que envió Washington; se estatizaron empresas privatizadas; el Estado se apropió de las acciones de Repsol en YPF; se cortó el suministro de gas a Chile; se prohibieron transbordos de mercadería en puertos uruguayos, y se agravaron las dificultades en el Mercosur, dándole la espalda a la pujante Alianza del Pacífico porque firmó un tratado de libre comercio con los Estados Unidos.
La nueva hegemonía pretendió eliminar la división de poderes, la prensa independiente y los derechos individuales. De allí el intento de "democratizar" la Justicia, politizándola; la proliferación de decretos de necesidad y urgencia; la creación de la agrupación Justicia Legítima para quitar a la Dama la venda y la balanza, dejándole sólo la espada; la cooptación del Ministerio Público Fiscal tras la expulsión de Esteban Righi y la suspensión del fiscal José María Campagnoli; la inminente designación de conjueces adictos y la manipulación de los subrogantes; el desmantelamiento de los organismos de control y la utilización del Ejército como brazo verde oliva del proyecto nacional.

El embate contra los "medios concentrados" para evitar las voces disonantes ha tenido muchos frentes de acción, desde la utilización del canal oficial como órgano partidario y las emisiones en cadena hasta el chantaje a avisadores para impedir la publicidad en los diarios no alineados. En paralelo, se promovió la construcción de nuevos grupos de medios alineados con el "relato oficial", financiados con fondos públicos. En el orden institucional, la sanción de la ley de medios para desguazar al Grupo Clarín; el intento de controlar Papel Prensa; la utilización de agencias del Estado para intimidar a los directivos de los medios independientes, y los ataques a periodistas críticos mediante escraches, el abuso de la flamante ley antiterrorista o su descalificación permanente.
¿Quedará un país mucho mejor para el próximo presidente? 
Casi todos los logros que enorgullecen a la actual jefa del Estado fueron acciones asistenciales, festivas o no sostenibles en el tiempo. 
Han transcurrido 12 años desde la crisis de 2002, durante los cuales la Argentina disfrutó de las mejores condiciones internacionales en más de un siglo. 
Hubo tiempo y recursos para educar, incluir y desarrollarse. 
Sin embargo, aumentaron la inseguridad y la violencia, la inflación, la corrupción, el narcotráfico, el miedo y la pobreza.

Los Kirchner optaron por utilizar esa oportunidad para construir poder y lograr aplausos. 
Del mismo modo, la crispación desde el poder y la concepción oficial de que los adversarios son enemigos acentuaron las divisiones en la sociedad y reflotaron odios y rencores como nunca se vieron en la Argentina desde la recuperación de la democracia.
Ahora, cuando el consumo parece en vías de agotarse y las arcas están vacías, cuando arrecia el narcotráfico y la unión nacional ha pasado a ser una asignatura constitucional pendiente, se enfrentarán con nuevas generaciones que reclamarán la herencia que les es debida.

Precariedad...


2014


Precariedad intelectual 
(o moral)
Colaboración :
Dra. Andrea Palomas Alarcón.

En el documental "El Diálogo", la Sra Fernández Meijide manifestó (palabras más, palabras menos) que si los militares hubiesen realizado procesos judiciales a los terroristas, habrían puesto a las organizaciones defensoras de DDHH en un problema porque éstas habrían tenido que salir a defender a personas que ingresaban al país armados, para realizar actos subversivos,ponerles abogados, etc.
Sincericidio que le dicen...
Algo como lo que se nos ocurriría contestarle, sale en este diario del Paraguay.


http://www.abc.com.py/edicion-impresa/opinion/error-de-lesa-humanidad-1248178.html

24 DE MAYO DE 2014

  POLILLA AZUL

Error de lesa humanidad.

SALAMANCA
¿Será que así como existen crímenes de lesa humanidad existirán también errores de lesa humanidad? 
Si la respuesta es afirmativa, esto es lo que acaban de cometer los miembros de la Asamblea Permanente de Derechos Humanos al asumir una posición frente al grupo criminal Ejército Popular Paraguayo (EPP), por la carta dirigida al delincuente Alcides Oviedo Brítez pidiendo que liberen al joven secuestrado Arlan Fick y los comentarios que realizó su vicepresidente en un grosero intento de justificar esta decisión.
Es un “error de lesa humanidad”, no se me ocurre de qué otro modo calificar el gesto, porque no han hecho otra cosa que arrojar un manto de duda, de sospecha, de escepticismo sobre lo que debería ser la lucha en favor de los derechos humanos.
Las declaraciones hechas a este mismo periódico por el vicepresidente de la Asamblea, José Cristaldo, revelan la precariedad ideológica de quienes desean encarnar la defensa de los derechos humanos, por lo que todo esfuerzo que realicen, a partir de ahora, será absolutamente vano. 
Nadie capaz de esbozar un pensamiento querrá apoyarlos.

En declaraciones hechas a este periódico, Cristaldo dijo que la Asamblea Permanente de Derechos Humanos “debe mantenerse en el medio de todo y, por lo tanto, no sería correcto estigmatizar a las personas, sean quien fuere (sic)”
Esta Asamblea no es la Cruz Roja que está en el campo de batalla para socorrer a los heridos de ambos bandos. 
Una organización en favor de los derechos humanos debe buscar que todos recibamos un tratamiento humanitario y asegurarnos la calidad de la justicia que vayamos a recibir y punto. 
Es mucho pedir, sin embargo, que no estigmaticemos a gente que ha decidido tomar las armas para hacerse “su” propia justicia; gente que ha matado a ciudadanos inocentes; gente que puso de rodillas a campesinos para pegarle un tiro en la cabeza en presencia de sus familiares por motivos que desconocemos. 
¿No debemos considerar a un grupo así como un “grupo criminal” porque así lo quiere esa Asamblea? 
¿Y cómo lo podríamos calificar, entonces? 
¿No es criminal que un grupo de gente desconocida mantenga en cautiverio desde hace 50 días, en el momento de escribir estas líneas, a un adolescente de 16 años a quien se lo llevaron porque era el eslabón más débil de una cadena que a ellos les incomoda?
La fragilidad ideológica del señor Cristaldo es patente cuando expresa, en esa misma entrevista, que “las personas tienen el mismo valor (...). 
Yo tengo que estar ajeno a los procesos legales, pero no podemos dejar de ver la realidad”-
 Sería bueno que explicara qué entiende él por “estar ajeno a los procesos legales”
¿Querrá decir que debe actuar de espaldas a lo que dictaminen los tribunales? 
¿Querrá decir que no deben importarle las sentencias que se dicten en juicios justos? 
Lo correcto sería no jugar con expresiones grandilocuentes que pueden llevarnos a conclusiones erróneas. 
Las personas, como usted dice, tienen el mismo valor, pero no por eso me obligue usted a sentarle a mi mesa al célebre Destripador de Londres ni al Degollador de Boston porque, créalo o no, yo nos los encuentro iguales a mí. Hay una visible barrera moral que nos separa. Del mismo modo que hay una barrera que me separa de los métodos utilizados por el EPP; una barrera moral e ideológica.

La respuesta que recibieron de Alcides Oviedo Brítez, sentenciado por los tribunales correspondientes, es la prueba más clara de la ingenuidad que cometió, señor Cristaldo, al dirigirle ese desacertado pedido de liberación de Arlan Fick. 
Usted no ha beneficiado en nada a la ya maltratada familia Fick ni a la seguridad de los ciudadanos de este país. 
Antes bien, ha beneficiado al grupo criminal del EPP al que ha tratado como “beligerantes” cuando en realidad son delincuentes.
El daño ya está hecho, es irreversible. 

Por un dejo de dignidad, renuncie señor Cristaldo, usted y toda la directiva de la Asamblea y dilúyanse en el anonimato. 
Los derechos humanos son algo muy serio para estar especulando con ellos en medio de una total desorientación ideológica.
jesus.ruiznestosa@gmail.com

sábado, 10 de mayo de 2014

Un relato..


2014


 La
realidad
arruina
otro
buen
relato              
Editorial 
Perfil

Por:
Ceferino
Reato


El monumento al sacerdote renueva el
debate sobre si fue asesinado por la
Triple A o por Montoneros.

Temas

Padre Carlos Múgica
Víctima del Terrorismo de Estado
Montoneros
Triple AAA
José López Rega
Cristina Fernández de Kirchner


Contenido relacionado
Cristina le respondió a la Iglesia: 

 Montoneros y la responsabilidad de cada cual
“En los jóvenes de los 70 había una entrega casi sacrificial”


El padre Carlos Mugica, asesinado hace cuarenta años, figura como una de las víctimas en el monumento emplazado en la Costanera porteña en honor de las Víctimas del Terrorismo de Estado, pero, no existe, por el momento, ninguna prueba que indique que haya sido muerto por la ultraderecha peronista, como tantos han sostenido.
Una hipótesis políticamente correcta y tranquilizadora es que Mugica fue asesinado por la Triple A, la tenebrosa organización para-estatal encabezada, según se cree, por José López Rega, el entonces ministro de Bienestar Social y secretario privado del presidente, que era el general Juan Domingo Perón.

Lo dicen tantos historiadores y periodistas que se ha convertido casi en un lugar común. Su principal argumento a favor es la declaración judicial, el 13 de marzo de 1984, de Juan Carlos Juncos, un riojano que estaba preso en Neuquén por hurtos reiterados. Juncos le dijo al juez José Dibur que había sido el chofer de uno de los vehículos que participaron en los asesinatos no sólo de Mugica, sino también de José Ignacio Rucci y Rogelio Coria, entre otros, por orden de López Rega, de quien era custodia.

Como afirmo en mi libro Operación Traviata, las declaraciones de Juncos fueron rápidamente desmentidas por todas las personas que había nombrado, incluido uno de sus presuntos cómplices, que para la fecha del crimen de Rucci estaba preso en Montevideo. 
El 13 de junio de 1984, Juncos declaró nuevamente y se retractó: había inventado todo en base a recortes periodísticos para que lo trasladaran a Villa Devoto dado que su mamá estaba enferma.

El juez Fernando Archimbal concluyó el 6 de diciembre de 1984 que Juncos había sido “mendaz” y no había tenido vínculos con la Triple A. Y en febrero de 1988 Amelia Berraz de Vidal dictaminó que “la única intención de Juncos de vincularse al sumario consistió en lograr el traslado a un instituto de detención con sede en Capital Federal a causa de los problemas personales del nombrado. Es así como las primigenias versiones de Juncos carecen de credibilidad para mantenerlo vinculado al caso”.

Los dichos de Juncos fueron tomados como ciertos por todos los gobiernos desde 1998, cuando el presidente era Carlos Menem y la Subsecretaría de Derechos Humanos dictaminó, sobre la base de ese testimonio, que el padre Mugica había sido acribillado por la Triple A. Y por eso figura en el monumento porteño, ahora bajo la responsabilidad del jefe de Gobierno, Mauricio Macri.

Las declaraciones de Juncos también fueron asumidas como ciertas por algunos historiadores y periodistas, como Felipe Pigna en Lo pasado pensado y Eduardo Anguita y Martín Caparrós en La voluntad, volumen 3, pese a que para las fechas en que fueron escritos y publicados la Justicia ya había determinado que Juncos había sido “mendaz”. Como decía un periodista cínico, “que la realidad no te arruine un buen relato”.

La Triple A nunca admitió este asesinato; Ricardo Capelli, que acompañaba a Mugica cuando ocurrió el atentado y resultó herido, identificó luego como autor de los disparos al comisario Eduardo Almirón, uno de los principales secuaces de López Rega. Esos dichos de Capelli han sido desmentidos incluso por familiares de Mugica con el argumento de que si López Rega no quería que se supiera que él había ordenado el crimen, no iba a enviar a uno de sus hombres más conocidos y fáciles de identificar.

Lo cierto es que Mugica pudo haber sido muerto por la Triple A, pero también por Montoneros, dado que había roto ruidosamente con Mario Firmenich y su voluntad de enfrentar a Perón, que, recordemos, el 11 de mayo de 1974, era presidente. Como señala Juan Manuel Duarte, en su libro Entregado por nosotros, Mugica había confesado sus temores de ser asesinado por Montoneros a Antonio Cafiero y Jacobo Timerman, entre otros. Lo cierto es que aún no se sabe quién mató a Mugica.

*Editor ejecutivo de la revista Fortuna.
Su último libro es ¡Viva la sangre!

viernes, 9 de mayo de 2014

La Verdad . . .


2014





Quiénes 



mataron 


al 




Padre 




Mugica.






Por:  Lic. Jorge P. Mones Ruiz.

Probablemente el Padre Carlos Mujica haya sido uno de aquellos sacerdotes referidos por el Papa Francisco cuando señaló, hace pocas semanas, que “se habían equivocado al educarlos (a los jóvenes)y acompañarlos en sus utopías” , una sutil forma para definir el grado de responsabilidad de los "educadores" y la praxis revolucionaria marxista-leninista.
Pero accediendo a información de la época, y alguna más reciente, no parece que el sacerdote citado haya bendecido y acompañado la violencia armada de ideología marxista, más allá de su influencia, en un comienzo, en jóvenes que luego optaron por el accionar guerrillero y terrorista.

Por cierto, Mujica no fue un Camilo Torres Restrepo, sacerdote colombiano del Ejército de Liberación Nacional, muerto en combate en la selva. Tampoco fue como el capellán de Montoneros, el padre Adur. Tampoco puede compararse con Fray Antonio Puigjané, condenado por su compromiso en el ataque al cuartel del Regimiento 3 de Infantería de La Tablada, en épocas democráticas (gobierno de Alfonsín).

Pero Mujica jugó con fuego, y su destino final encuadra perfectamente en la lógica de los procedimientos propios de las organizaciones subversivas criminales, cuando uno de sus miembros, o de alguna manera relacionado con las mismas, opta en sentido contrario y afectando los intereses u objetivos políticos de esas "orgas" terroristas.

Veamos pues el contexto de aquellos años para tratar de comprender el porqué fue asesinado el sacerdote y quiénes pudieron ser efectivamente sus victimarios. No esperemos que el “relato oficial” nos saque las dudas.

El 12 de mayo de 1974, el diario “La Nación” publicó lo siguiente:

“El padre Mujica, que en los últimos años desarrolló su acción pastoral en las villas de emergencia, se inició en ese quehacer como parte del equipo sacerdotal que fuera creado en 1969. Con la aprobación de monseñor Aramburu se hallaba enrolado en el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo”

“Hace dos meses, sus disidencias con los sectores de izquierda del movimiento villero se hicieron públicas. 
 El 19 de Marzo último publicó con su firma un artículo en un matutino porteño, donde enjuiciaba severamente al marxismo y lo responsabilizaba del "ideologismo” en que han caído los jóvenes peronistas”

“Casi al mismo tiempo, en nombre del grupo de sacerdotes que lideraba el padre Mujica, había hecho contactos en las más altas esferas del gobierno”

Al día siguiente de su asesinato, el diario “La Opinión” en su página 9, publicaba un mensaje del padre Mujica dirigido a la juventud.

“Somos conscientes que sin las juventudes el proceso revolucionario impulsado por Perón irá al fracaso. Pero advierto a esta misma juventud que está en una encrucijada: optar por la revolución nacional que se nutre de nuestra esencia cristiana y popular, incorporando a las fuerzas del nuevo orden revolucionario, que como señaló el presidente Perón se oponen a las fuerzas del desorden...o hacerlo por el socialismo dogmático, es decir por un modelo ideológico colonial, en manos de una "élite científica”, actitud que lleva a la dictadura del proletariado, la que se convierte en dictadura sobre el proletario”

El número 31 de la REVISTA "MILITANCIA”
(de Eduardo Luis Duhalde – nombre de guerra terrorista “Damián” - y Rodolfo Ortega Peña), 
publica una foto del Padre Mujica vestido de gorila detrás de una reja, y a continuación el siguiente texto:

Dos mil años de política terrena ha enseñado mucho a la Iglesia Católica que es la negación 
 del democratismo 
interno. 
Sin embargo, comprendió hace muchos siglos las ventajas de tolerar las distintas corrientes que se forman en su seno. 
A un ala conservadora y retrógrada se opone siempre un ala liberal progresista. 
Una jerarquía pro-oligárquica convive con sacerdotes del pueblo. 
Están los curas humildes y silenciosos, y están las estrellas publicitadas. 
A esta última especie pertenece Carlos Mujica, super star”.

“El padre Carlos (como lo conocen las feligresas de su antigua parroquia de Santa Elena), o el cura Mujica (como le dicen en los ambientes políticos) o Carlitos (como lo llaman los vecinos de Copérnico y Gelly y Obes - corazón del barrio norte), siempre ha sido un movimientista nato
Como queriendo resumir en su persona todas las corrientes internas de la iglesia, trata de ser al mismo tiempo un conservador-progresista, un oligarca popular, un cura humilde y bien publicitado. un revolucionario y defensor del sistema. Y así le va con el resultado”

“Lo dicho no es una acusación gratuita. 
Con su defensa apasionada del celibato eclesiástico y del acatamiento sin protestas a la jerarquía, es tolerado por los pre-conciliares, como "un muchacho rescatable".

“Su pertenencia al Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo, lo refiere a los sectores de avanzada. 
Su hábitat en el barrio norte y sus amistades, le permite no romper los lazos creados en su carácter de Mujica Echague. Su labor religiosa en la Villa Comunicaciones lo emparenta con el pueblo. 
Su condición de colaborador de Bernardo Neustadt en la revista Extra, le abre las puertas de la contrarrevolución, avalado por su círculo de relaciones (aunque a pedidos de algunos amigos como Hermes Quijada). 
Todo mezclado como en el poema de Guillen”

“La Biblia y el Calefón, diría Discépolo. 
Ayer misa por Carlos Ramus, luego responso a Bianculli, guardaespaldas de la UOM, y hoy un oficio religioso para Isabelita (siempre queda la excusa que la religión no hace distingo políticos, como si él fuera el único cura de la aldea).
Como si fuera un corcho, siempre flotando aunque cambie la corriente. “Montonereando” en el pasado reciente, “lopezrregueando” sin empacho después del 20 de junio, Carlitos Mujica, cruzado del oportunismo, ha devenido en:"¡Depurador ideológico!"

“…por todo lo expuesto quede Carlos Mujica preso en la cárcel del pueblo, aunque se quede sin asistir al casamiento de la hija de Llambi con Sergio Patrón Uriburu”

El Padre Carlos Mujica no pudo ir al casamiento mencionado como tampoco a la cárcel del pueblo, como sugerían Duhalde y Ortega Peña. 
Al sábado siguiente Mujica era acribillado a balazos.

En el libro de Eugenio Méndez, "Confesiones de un Montonero”, editado en 1985, encontramos lo siguiente:

“Muchos militantes que sobrevivieron a aquello han atestiguado, además, que varios de los atentados contra sedes de agrupaciones adictas a la "M" fueron en verdad autoatentados cuyo propósito tendía a que no se alentaran esperanzas de un arreglo negociado en el peronismo. 
El montonero Antonio Nelson Latorre, que se jactó en la ESMA de haber sido quien abatió al capitán Roberto Máximo Chavarri en Ezeiza (y no Horacio "Beto" Simona), afirmaba muy suelto de cuerpo que fueron montoneras las balas que desplomaron al padre Mujica en la noche del sábado 10 de mayo de 1974 a la salida de la capilla de San Francisco Solano. 
Según él, el hecho se había justificado por la conducta que tuvo en el último tiempo quien fuera fundador del Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo en la Argentina; 
se la evaluaba como próxima a López Rega, lo que podía despertar ilusiones contrarias a la política de ruptura con el justicialismo. 
Algo puede haber habido: en contraste con el resto de la prensa, el diario Noticias minimizó la cobertura del asesinato. Ante la protesta de lectores y de algunos redactores, Firmenich publicó cuatro notas apologéticas de Mujica que, de ser cierto lo de la autoría de su muerte, eleva a la esquizofrenia la hipocresía de la Conducción Nacional (de Montoneros). 
Sobre todo de Firmenich, que eligió a Mujica para bendecir la ceremonia de su casamiento. 
¿Qué podía negociar Mujica con el "Brujo" a quien recurría por sus villeros? 
“Galvanizaban la fuerza propia, matándolo"
Quizás los Montoneros creían impedir cualquier entendimiento dentro del peronismo.”

En octubre del año 2008, el Dr. Antonio Cafiero manifestó en un programa de televisión (TN) “Tiene la Palabra”, que el padre Mujica fue asesinado por los Montoneros.
En esa oportunidad el Dr. Cafiero hablando en ocasión del aniversario del 17 de Octubre, sostuvo que en el año 1974, cuando era Presidente de la Caja de Ahorro, lo visitó el padre Mujica, cuarenta y ocho horas antes de su asesinato. Le manifestó entonces “que estaba con miedo y que temía por su vida por reiteradas amenazas que había recibido”. 
 Ante una repregunta del Dr. Cafiero, el sacerdote le dijo textualmente: 
"A mí me van a matar los Montoneros, y que las amenazas provenían de allí.

En 2014, época de “relatos” oficialistas, siempre mendaces, acomodaticios, hipócritas y convenientes para el “proyecto nacional y popular”, lo relatado en esta recopilación nos permite inferir como muy poco probable que los responsables de la muerte del padre Carlos Mujica sean los mencionados por el relato oficial (“Página 12”, “678”, etc.)

En todo caso, se ajustaría más a la verdad histórica que hayan sido los mismos que fueron expulsados por el General Perón de la Plaza de Mayo (“mocosos imberbes y estúpidos”) y calificados por él mismo como “mercenarios al servicio del dinero extranjero”
Serían los mismos que hoy desde el gobierno, el congreso, ciertos estrados judiciales y otros ámbitos, pululan embriagados por el odio, la sed de venganza y el resentimiento propio de los “Sin Patria”

jorgemonesruiz@yahoo.com.ar

¡¡¡Historia !!!


2014


La 
historia 
es más 
que la 
memoria.
Por :


 |  Para LA NACION

Aporte :  Andrea

"Una sociedad necesita conocer la Historia, no solamente tener memoria. La memoria colectiva es subjetiva: refleja las vivencias de uno de los grupos constitutivos de la sociedad; por eso, puede ser utilizada por ese grupo como un medio para adquirir o reforzar una posición política. Por su parte, la Historia no se hace con un objetivo político (o si no, es una mala Historia), sino con la verdad y la justicia como únicos imperativos."

La frase pertenece al prestigioso semiólogo, filósofo e historiador búlgaro-francés Tzvetan Todorov y está incluida en un artículo publicado en el diario español El País el 7 de diciembre de 2010, luego de una visita a la Argentina, que se reprodujo en esta página. Es decir, no fue una columna escrita en abstracto, sino una reflexión sobre la política de derechos humanos del gobierno de Cristina Kirchner, que privilegia la memoria a la verdad y, por lo tanto, a la justicia.

Todorov enfatiza que la memoria es siempre parcial, subjetiva: uno recuerda lo que más lo impactó y no siempre en orden cronológico. En cambio, la verdad, en la que se funda la historia, incluye las memorias de grupos diversos sobre hechos comunes.

Vamos a un ejemplo concreto: el lunes 24 de marzo coincidí en un programa de televisión con Horacio Pietragalla, un joven diputado kirchnerista, pero, más importante aún, uno de los nietos recuperados por las Abuelas de Plaza de Mayo, hijo de Horacio "Chacho" Pietragalla.

Pietragalla padre era un dirigente de peso de la Juventud Peronista, a tal punto que viajó en el chárter que trajo de regreso al general Juan Perón en su primer retorno del exilio, el 17 de noviembre de 1972; tres años después, era "oficial primero" de Montoneros y el jefe de la Columna 26: tenía a su cargo el norte de Santa Fe, Chaco y Formosa; es decir, era el número dos de la Regional Nordeste de esa organización político-militar.

La historia de Pietragalla hijo es conmovedora: la pérdida de su padre y de su madre, ambos detenidos desaparecidos; su condición de nieto recuperado.

En el caso concreto del padre, de "Chacho" Pietragalla, fue la primera víctima del Comando Libertadores de América, un grupo paraestatal creado en Córdoba en octubre de 1975, en pleno gobierno constitucional de la presidenta Isabel Perón.

Pietragalla padre fue apresado en un bar de la capital cordobesa el 15 de octubre de 1975 junto con otro "oficial" montonero, Eduardo Jensen. El 8 de noviembre sus cuerpos fueron encontrados a 25 kilómetros de la ciudad de Córdoba; los cadáveres presentaban numerosas heridas de bala y estaban parcialmente quemamos y cubiertos con tierra y ramas. Ya durante la dictadura, fueron sepultados en una fosa común en el cementerio San Vicente junto con otras víctimas de la represión ilegal.

Lógicamente, la memoria de Pietragalla hijo se concentra en la detención, el asesinato y la desaparición del cuerpo de su padre, y en su recuerdo de niño que creció con una identidad robada, junto a personas que lo criaron, pero que no eran sus progenitores, como terminó descubriendo.

Pero hay otras memorias. Por ejemplo, los recuerdos de los padres y hermanos de los diez formoseños de 21 años que fueron muertos en el ataque de Montoneros a un cuartel ubicado en los suburbios de la ciudad de Formosa. 

Esos diez jóvenes estaban cumpliendo con el servicio militar, que en aquella época era obligatorio, y estaban de guardia el domingo 5 de octubre de 1975, cuando el flamante Ejército Montonero intentó copar ese regimiento.

Los montoneros imaginaban que los soldados formoseños se iban a rendir, pero resistieron y se produjo un combate en el que murieron 24 jóvenes: doce guerrilleros y doce defensores del cuartel (los diez soldados, un sargento primero y un subteniente de 21 años). Todos eran peronistas.

Pietragalla y Jensen participaron de ese ataque, como lo indican distintas fuentes en mi libro Operación Primicia. Fue el debut del Ejército Montonero, con el cual la guerrilla de origen peronista pensaba derrotar al ejército formal, al que señalaban como el instrumento armado de la oligarquía criolla y el imperialismo norteamericano. No les importaba que ese ataque pudiera deteriorar aún más al desfalleciente gobierno de la viuda de Perón, porque el objetivo prioritario de Montoneros era, precisamente, evitar que Isabelita se consolidara en el poder, según un documento de esa organización político-militar, de 1977, titulado "Curso de formación de cuadros".

Luego del ataque al cuartel, hubo un repliegue de los "oficiales" montoneros instalados en el nordeste del país para eludir la represión policial y militar. Pietragalla y Jensen escaparon a Córdoba, donde fueron capturados.

La memoria de los padres y parientes de los soldados formoseños es distinta de la de Pietragalla hijo. Ocurre con, por ejemplo, la mamá de Marcelino Torales, uno de los conscriptos abatidos. Marcelino era albañil, cantaba en los bailes y admiraba a Sandro; murió en el dormitorio de la Guardia, destrozado por un disparo de FAL.

Cuando la entrevisté en el patio de tierra de su casa, esa señora inspiraba una profunda tristeza, agravada por una decisión estatal avalada por los organismos de derechos humanos: mientras los parientes de los guerrilleros muertos en aquel ataque habían cobrado millonarias indemnizaciones como "víctimas del terrorismo de Estado", ella y su marido sobrevivían con una mísera pensión.

Sobrevivían literalmente, seguían siendo pobres. Es que los soldados muertos eran los más pobres del regimiento; muchos de ellos habían "vendido" sus francos de fin de semana por unas monedas o unos vasos de vino o de Coca-Cola porque no tenían dinero ni para viajar al interior a visitar a sus familias.

¿Cómo unir esas memorias tan distintas? Todorov propone un camino: la verdad histórica, que reúne los recuerdos y los sufrimientos de los distintos grupos de una misma comunidad.

Conviene tener en cuenta que hablar de una sola memoria indica una pretensión hegemónica; refleja la intención de un determinado grupo político de reconstruir la historia de acuerdo con sus intereses del presente.

Más concreto aún. La memoria nos encierra en "una ilusión maniquea", dice Todorov, a la que define como "la división de la humanidad en dos compartimientos estancos: buenos y malos, víctimas y verdugos, inocentes y culpables. La Historia nos libera de esa ilusión maniquea".

La historia, si está fundada en la verdad, es mucho más que la memoria.
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