viernes, 9 de enero de 2015

La muerte de Dios.


Rodolfo Atilio Griffa
¡ Quien      
 es … 
Quien ¡

En la 
Argentina 
de Hoy.

Por :
MI.

Hoy :
Cuando 

Dios, 

murió . . !



"Y Dios hizo al hombre . . . 
a imagen y semejanza suya". 

Esto dicen las escrituras, y nunca se pusieron en duda.
Luego, en otros términos, quienes creyeron poseer la verdad por sus conocimientos, negaron a Dios.
Y en tanto, el hombre ganaba en conocimientos, desde la ciencia y la técnica, más se alejaba de Dios.
Es que Dios, dictó la primera Ley Suprema, Constitución Nacional, para el cumplimiento, de todos por igual, de normas mínimas, pero inobjetables, que cada día son ignoradas por más personas, que solo pretenden objetivos personales, sin importar, el daño colateral que ocasionan a otros seres humanos.
Y al fin . . .  Dios a muerto, no tiene lugar en las noticias, es ignorado por quienes juran proteger, cuidar y mejorar la vida de sus conciudadanos, "que Dios y la Patria me lo demanden... ¿ Hay demanda conocida? NO.
Y el resto de todos los mortales, mira su propio ombligo, tratando de pasar desapercibido de todos los demás, con un simple "Yo, me salvo".
Y cuando Dios no demanda, y los hombres en su nombre tampoco . . . Es porque la maldad del hombre, logró la muerte de Dios. 
Si Dios es el que nos enseñaron a conocer primero y a creer en El después, sin dudas no es ni a imagen ni semejante al hombre. 
Dios, no miente, 
no mata, 
no pervierte, 
no corrompe, 
Dios es inmutable, 
y el hombre es veleidoso, 
cambiante, voluble. 
El hombre saca a Dios de su vida, ahoga sus remordimientos, y olvida los mandamientos.  
El hombre, es el lobo del hombre.
El hombre, es una alimaña que se depreda a si mismo.
Si no aceptamos que somos participes, por acomodaticios, cobardía u omisión, cumplimos igual con lo anterior. 
Ser o no Ser.  
Es la verdad.
Esa negación de nuestra esencia, el mirar para otro lado frente a la maldad, a la injusticia, a la corrupción, por que a mi me va bien . . . Significa la muerte de Dios.
Y sin Dios, no hay hombres, ya no tendrán a quien parecerse, a quien recurrir en la angustia, a quien mirar buscando consuelo, pero en quien mirarse para ser mejor, si es posible.
Esta es una larga historia que acompaña los pasos del hombre desde el principio mismo de la vida.
Pero más logramos, más queremos, pero no miramos los medios, que importa el otro, si yo gano.
Tomemos el último minuto, en el contexto de la historia nuestra de cada día.
Años ganados, o años perdidos . . . para cuantos . . . para quien . . .  
No para Nestor Femenía.
Para algunos caraduras, no importa demasiado, para los mas un gesto indefinido, para la Justicia, que no operó de oficio, 
nadie denunció. 
Junto al niño que murió, 
el resto 
matamos a Dios, así no 
nos pide 
cuentas, por 
aceptar lo inaceptable.  
Si no entendemos el mensaje, todos y cada uno somos co-responsables por la muerte de ese niño y otros miles, y de los ancianos que en parecidas situaciones, tambien terminan con sus vidas miserables, en tanto los delincuentes, que se ufanan de la corrupción que les llena el alma, siguen asesinando no solo personas, sino tambien a Dios con nuestra complicidad.
El Director.

Reflexión

Rodolfo Atilio Griffa
¡ Quien      
 es … 
Quien ¡

En la 
Argentina 
de Hoy.

Por :
MI.

Hoy :

 Padre 

MAMERTO 

MENAPACE

Reflexión del 

Padre y 

póngala 

en práctica.



No hay años malos . . . 
Mi percepción a medida que envejezco es que no hay años malos.
Hay años de fuertes aprendizajes y otros que son como un recreo, pero malos no son.
Creo firmemente que la forma en que se debería evaluar un año tendría más que ver con cuánto fuimos capaces de amar, de perdonar, de reír, de aprender cosas nuevas, de haber desafiado nuestros egos y nuestros apegos.
Por eso, no debiéramos tenerle miedo al sufrimiento ni al tan temido fracaso, porque ambos son sólo instancias de aprendizaje.
Nos cuesta mucho entender que la vida y el cómo vivirla depende de nosotros, el cómo enganchamos con las cosas que no queremos, depende sólo del cultivo de la voluntad.
Si no me gusta la vida que tengo, deberé desarrollar las estrategias para cambiarla, pero está en mi voluntad el poder hacerlo.
“Ser feliz es una decisión”, no nos olvidemos de eso. 

Entonces, con estos criterios me preguntaba qué tenía que hacer yo para poder construir un buen año porque todos estamos en el camino de aprender todos los días a ser mejores y de entender que a esta vida vinimos a tres cosas: -a aprender a amar -a dejar huella -a ser felices
En esas tres cosas debiéramos trabajar todos los días, el tema es cómo y creo que hay tres factores que ayudan en estos puntos:
-Aprender a amar la responsabilidad como una instancia de crecimiento.
El trabajo sea remunerado o no, dignifica el alma y el espíritu y nos hace bien en nuestra salud mental.
Ahora el significado del cansancio es visto como algo negativo de lo cual debemos deshacernos y no cómo el privilegio de estar cansados porque eso significa que estamos entregando lo mejor de nosotros.
A esta tierra vinimos a cansarnos,... 
para dormir, tenemos siglos después.
-Valorar la libertad como una forma de vencerme a mí mismo y entender que ser libre no es hacer lo que yo quiero.
Quizás deberíamos ejercer nuestra libertad haciendo lo que debemos con placer y decir que estamos felizmente agotados y así poder amar más y mejor.
-El tercer y último punto a cultivar es el desarrollo de la fuerza de voluntad, ese maravilloso talento de poder esperar, de postergar gratificaciones inmediatas en pos de cosas mejores.
Hacernos cariño y tratarnos bien como país y como familia, saludarnos en los ascensores, saludar a los guardias, a los choferes de los micros, sonreír por lo menos una o varias veces al día.
Querernos.
Crear calidez dentro de nuestras casas, hogares, y para eso tiene que haber olor a comida, almohadones aplastados y hasta manchados, cierto desorden que acuse que ahí hay vida.
Nuestras casas independientes de los recursos se están volviendo demasiado perfectas que parece que nadie puede vivir adentro.
Tratemos de crecer en lo espiritual, cualquiera sea la visión de ello.
La trascendencia y el darle sentido a lo que hacemos tiene que ver con la inteligencia espiritual.
Tratemos de dosificar la tecnología y demos paso a la conversación, a los juegos “antiguos”, a los encuentros familiares, a los encuentros con amigos, dentro de casa.
Valoremos la intimidad, el calor y el amor dentro de nuestras familias.
Si logramos trabajar en estos puntos y yo me comprometo a intentarlo, habremos decretado ser felices, lo cual no nos exime de los problemas, pero nos hace entender que la única diferencia entre alguien feliz o no, no tiene que ver con los problemas que tengamos sino que con la actitud con la cual enfrentemos lo que nos toca.
Dicen que las alegrías, cuando se comparten, se agrandan. 
Y que en cambio, con las penas pasa al revés. Se achican.
Tal vez lo que sucede, es que al compartir, lo que se dilata es el corazón.
Y un corazón dilatado esta mejor capacitado para gozar de las alegrías y mejor defendido para que las penas no nos lastimen por dentro".
Mamerto Menapace. 
monje benedictino.
Publicado en facebook por  Juan Carlos Calvo, compartiendo con Maria Emilia Lagorio.