martes, 23 de abril de 2013



         2013


SE INTERNACIONALIZA

NUESTRA SITUACIÓN

INSTITUCIONAL.
Por :

Carlos 

Manuel 

Acuña.



Ya está en plena marcha otra semana de intensidades políticas similar a la que acaba de transcurrir. 
Las espectativas abiertas desde el campo periodístico agregaron su dosis de espectativa e indignación y Jorge Lanata prometió este Domingo que continuará con esta verdadera zaga de la decadencia por un lado y la reacción popular por el otro. Para decirlo más específicamente lo primero puede sintetizarse con los vocablos corrupción y ladrones desde el poder y en cuanto a la reacción que mencionamos se manifiesta en pronunciamientos públicos y un aire de indignación que se adueña del escenario hasta tal punto, que no es aventurado hablar de renuncias exigidas al pináculo del poder y de sus cómplices.
 Hablar del juicio político y la perspectiva de choques, violencia y anarquía no es una exageración y en los hechos, en las conversaciones todavía en voz baja, en los trascendidos y hasta en los comentarios del mundo diplomático, es un tema que absorbe la atención y la inquietud desatada en todos los ámbitos.
Hace unas horas, en Santa Cruz un grupo indignado de ciudadanos derrumbaron un busto de Néstor Kirchner, episodio registrado cibernéticamente - 

y que puede ser el inicio de una catarata de protestas por parte de una sociedad que, pese a todo, no es agresiva y se empeña en ser pacífica incluso en los momentos más álgidos. El último jueves quedó palmariamente demostrado por enormes multitudes concentradas en distintos puntos del país, en tanto para este miércoles se prepara una concentración frente al Congreso con el objeto de hacer sentir la presión popular sobre legisladores que se aprestan a votar a favor y en contra del proyecto de destrucción del Poder Judicial. En realidad, éste se defenderá a través de su máxima expresión que es la Suprema Corte de Justicia, pero implícitamente lo que se desea es que otro de los poderes en que se divide nuestro sistema, el Legislativo, intente salvar a la actividad política del descrédito y la sumisión a un Ejecutivo ladrón e incapaz.
Así están las cosas. Con la violencia asomada pero contenida, la simple lógica que surge de cualquier análisis nos dice que de persistir la actual política se acentuará la inflación, aumentará la pérdida de fuentes de trabajo, la parálisis económica será más intensa y peligrosa y el fantasma de un derrumbe integral dejará de ser una simple amenaza para ingresar en el campo de la realidad que es ajena al pensamiento y el razonamiento de Cristina W. Fernández de Kirchner. La inseguridad hizo que la familia del vicegobernador de Buenos Aires, Mariotto, sufra las consecuencia de un asalto que afectó a la señora y que a esta altura del problema, constituye un tema extendido, remanido, que lleva la carga de muertos y heridos y una declinación tremenda del sentido de la propiedad, factor básico de nuestra cultura occidental que rechaza el castigo a la víctima y la prioridad de la defensa del delincuente. La Argentina se ha convertido en un país invertido en todo el sentido de la palabra, pero también en una esperanzada recuperación que ya está en pleno debate. 

Escribir sobre ella es un punto de partida.
No queremos alejarnos del conflicto económico creado por el kirchnerismo, sin referirnos a una activa discusión que ayer tuvo lugar en la Quinta de Olivos, cuando la presidente del Banco Central, Mercedes Marcó del Pont, se resistió a reducir más aún las reservas del país para cubrir las fallas administrativas que se acumulan a diario. Así se lo dijo a Cristina W. quién no aceptó razones, pese a que el ánimo de la funcionaria encargada de velar por el valor de la moneda y la capacidad financiera de la ex República, se aceleró al enterarse que los fondos que le solicitaban serían para cubrir las necesidades de la incautada YPF que revela un déficit en la producción de combustibles: el costo de su importación equivale a las ganancias que aportará la soja . El tema, dicen, generó una lindeza de frases y cargos severos, donde la sola mención de La Cámpora puso de relieve los enfrentamientos internos que carcomen al gobierno y aumentan en la medida que se advierte la peligrosa cercanía del derrumbe más allá o más acá de las fechas electorales que a esta altura del proceso comienzan a perder su importancia. Algunos sostienen que la pérdida es de sentido, pues el fenómeno de la anarquía avisa por los cuatro costados que se acerca al centro de lo que puede ser, entre otras cosas, un ocaso partidario.Como el silencio rodeó esta desinteligencia, no sabemos si es verdad que en la consiguiente discusión que alcanzó su pináculo con la renuncia verbal de la otrora sonriente Marcó del Pont, se le exigía 120 o 260 millones de dólares - apenas un vuelto si se lo solicitaban a Lázaro Báez - pero lo concreto es que el silencio rodeó el encontronazo y que la funcionaria nada dijo sobre el acerto de su reacción.
De paso, palabra va, palabra viene, habría surgido la cuestión de Aerolineas Argentinas y su crónico déficit administrado por La Cámpora, asunto que tal vez habrá facilitado alguna opinión acerca de la extrordinaria coima solicitada a la empresa brasileña Embraer para comprar veinte aviones, operación que exigía un sobrepreio de alrededor de seis millones de dólares por aeronave. 
El escándalo repercutió en el gobierno brasileño cuyas autoridades, con Dilma a la cabeza, dispusieron una exaustiva investigación que obviamente involucra a nuestros funcionarios y negociadores; la situación puso de manifiesto la apetencia militante de los jóvenes camporistas.
Semanas.

Simultáneamente, la opinión pública vino a enterarse que  el Papa Francisco había enviado una carta a Cristina con reflexiones valorativas respecto de la actualidad, la sociedad y las dificultades que provoca un mundo modernoso y conflictuado. El Santo Padre había solicitado con el lenguaje diplomático y a veces elíptico que caracteriza a la Iglesia, la difusión entre los argentinos de los principios especialmente seleccionados en la redacción orientada a las circunstancias por las que atraviesa nuestra sociedad enfermapero la Presidente prefirió ocultar la existencia de la carta, con lo que emitió casi explícitamente una señal adversa a su contenido. Como no podía ser de otra forma, la misiva salió a la luz y su contenido leído y releído por todos


La internacionalización a la que aludimos, ya había iniciado su carrera hacia el desprestigio y contribuído al notable papelón internacional al que nos han llevado. 
Brasil tiene otros motivos para reirse si no fuera por la gravedad de lo que ocurre. 
El caso de YPF que afectó a los intereses españoles, los aviones, la millonaria desinversión del grupo Vea y otros temas concurentes, se unieron a la protesta - o si se prefiere una lamentada molestia - Vaticana, en tanto se espera un fallo adverso por parte de la justicia norteamericana respecto de los bonistas que reclaman. Entre tanto, los grandes negociados denunciados periodísticamente ingresan de una u otra manera en países serios como Suiza y en los llamados paraísos fiscales que sirvieron para sacar los miles de millones y millones de euros saqueados por los socios de Néstor Kirchner en negociaciones muchas veces pactadas en los reservados de un discreto pero importante restaurante ubicado en la calle Humberto Primo al 300, que además de la discreción que se alcanza bajando por una escalera, ofrece la particularidad de que casi todo su personal es colombiano. De Vido, que cree que los dos millones de personas que desfilaron el jueves último por las calles y plazas del país sólo estaban enojados por las dificultades cambiarias para viajar a Miami, ha dejado varios miles de dólares en los almuerzos organizados en esa elegante casa de comidas. La compensación estaría en millones de litros de combustibles importados desde Venezuela.

Mientras tanto, el triunfo del Partido Colorado en el Paraguay es otra mala noticia para nuestra aislada República que es comparada por la oposición venezolana con la fracasada administración chavista. La comparación tiene múltiples facetas - muchas 
más de la mencionadas por Enrique
Capriles - y entre ellas que : el triunfo adjudicado a Maduro constituye un verdadero fraude mensurado en unos 500 mil votos. Como al pasar, recordemos que la empresa española INDRA, encargada del recuento de sufragios, no sólo es cuestionada en muchos lugares donde actúa, sino que en Venezuela esta directamente referida a un proceso de fraude que nos recuerda el 54 por ciento obtenido por Cristina en los últimos comicios generales, dato que merece una lupa bien grande sobre todo porque la misma empresa volverá a operar este año entre nosotros con un detalle inexplicado: al votante no se le firmará el documento habilitante - el DNI - sino que se le suministrará algo así como una boleta plastificada que deberá llevar consigo.
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Por: Luz García Hamilton.


Para conocer algo de  Carlos Manuel Acuña.





Ayer por la mañana sorpresivamente, el testigo ofrecido por la defensa del General Luciano Benjamín Menéndez, Carlos Manuel Acuña, se presentó en el Tribunal Oral Federal, desde donde había sido citado para declarar como testigo en el juicio Oral y Público a Militares y Policías. Habló durante más de una hora con precisión y abundando en detalles. Dio una clase de historia que bien debería enseñarse a nuestros adolecentes y jóvenes. La querella y el Fiscal se enfurecieron con sus declaraciones y tras un largo interrogatorio en el que hubo exabruptos y gritos, el Fiscal Alfredo Terraff en nombre del Ministerio Público Fiscal, pidió la inmediata detención del testigo. Se vivieron momentos tensos en la Sala y una vez más el Tribunal hizo primar la razón.

Silenciosamente y sin hacer demasiado ruido, anoche había llegado a la provincia el conocido periodista y escritor Carlos Manuel Acuña para ser testigo en el juicio Oral y Público a militares y policías por “la existencia de un centro clandestino de detención en la ex Jefatura de Policía”

Caminando con dificultad y visiblemente preocupado por una baja de azúcar que lo aquejaba en ese momento, Carlos Manuel Acuña llegó a la Sala de audiencias acompañado del abogado Horacio Guerineau, defensor de Luciano Benjamín Menéndez. Llevaba bajo su brazo tres libros de su autoría (los dos tomos de “Por amor al odio” y “Verbitsky – De La Habana a la Fundación Ford” que luego dejó de regalo para la Justicia Federal en Tucumán.

Era el primer testigo de la mañana y se sorprendió con la poquísima gente presente en la Sala del juicio y porque en las inmediaciones no había absolutamente nadie. “¿Dónde están todos los que parecen haber cuando uno ve por televisión?”, dijo con ironía.

El anuncio de que el testigo estaba ya en el edificio por parte del secretario García Zavalía causó estupor y la abogada Laura Figueroa expresó su molestia ya que supuso que primero serían escuchados todos los testigos de la querella y recién allí los de la defensa. El Presidente Jiménez Montilla le dio la razón diciendo que no lo habían tenido en cuenta, pero hizo pasar de inmediato a Acuña a la Sala. Juró por Dios y los Santos Evangelios y con absoluta tranquilidad se sentó en el banquillo para prestar testimonios. Informó brevemente sobre su estado de salud diciendo que salía de una operación cardiológica, que era diabético, que tenía dificultades respiratorias y que “estaba un poco gordo” con cierto sentido del humor. A continuación, y a pedido del Doctor Guerineau comenzó su exposición que sinceramente, fue una clase de historia.

Hizo una introducción sobre el proceso del terrorismo desde 1959 en adelante, aclarando que uno de los factores que lo marcó en ese tema es el de tener uno de sus hermanos desaparecidos. Y contó que el 6° de una familia de 8 hijos fue guerrillero pero que luego se arrepintió y cuando decidió salir con el apoyo de todos ellos, desapareció para siempre.

Dijo que el fenómeno de Argentina no fue una excepción y que no hubo en este país una guerra civil, sino que fue una guerra terrorista diferente y la comparó con “la guerra fría”.

Detalló pormenorizadamente y fundamentando siempre con ejemplos concretos, la evolución del terrorismo en Argentina, hablando de los Uturungos, de la presencia extranjera en Orán donde se adiestraba a guerrilleros a principio de los 60 y aseguró que las FFAA no pelearon sólo contra una invasión interna sino también contra fuerzas externas.

Relató el episodio de la bomba que estalló en un edificio de calle Posadas, en la Capital Federal, por error de un grupo que manipulaba explosivos y aseguró que entre los escombros de los 8 pisos que se derrumbaron había planos de la provincia de Tucumán a la que ya se estudiaba para lo que sería la guerra.

Alarmó a todos y provocó las primeras quejas del poquísimo público presente, cuando dijo que en Argentina habrá un proceso reaccionario y que “se está gestando un nuevo grupo terrorista en el sur, con los que se dicen mapuches”. En ese momento el Presidente del Tribunal hizo callar a los presentes amenazando con desalojar la sala ante la próxima queja.

Habló mucho del “Che”, refiriéndose siempre a él como “Ernesto Guevara Lynch”, mencionó a Mario Roberto Santucho, guerrillero santiagueño, y dijo y una y otra vez con contundencia y convencimiento, que HUBO UNA GUERRA.

Criticó duramente a Verbitsky , quien “cobraba sueldo del Gobierno de Onganía” y aclaró que él también perteneció al Gobierno de Onganía gracias a lo cual se contactó y conoció a muchas personas, entre ellas, manifestó, a Nilda Garré.

Repitió una vez más que hubo una guerra y agregó que hubo valentía y actos de coraje.

Mostró el acta de Montoneros, firmada en 1989, en la que se comprometían a pacificar el país y terminar con las divisiones, acto que nunca se concretó.

Habló de la inseguridad que hay en el país y de los ataques y dijo que esta escalada de violencia es progresiva . En este momento los abogados protestaron y desde el público se levantó una señora y a los gritos pidió que “hagan callar a este señor de la derecha mientras acusaba al tribunal de permitirle explayarse”. Jiménez Montilla ordenó que sacaran a la señora y ella, gritando más todavía, les decía a los Gendarmes “que no la toquen”, fueron momentos tensos hasta que se retiró.

El tribunal pidió respeto para el testigo y les recordó a los abogados querellantes que sus testigos habían sido escuchados en silencio. Hubo muchas quejas que no prosperaron.

Con tono pausado Carlos Manuel Acuña expresó: ” cuando digo que habrá una reacción contestataria me equivoco, ya empezó, acá mismo en la sala hay personas intolerantes que no permiten la libertad de expresión por ejemplo”.

Laura Figueroa estaba indignada y acusó al tribunal por otorgar al testigo una “tribuna política”, sin embargo Acuña continuó su exposición sólo interrumpida un par de veces, primero por indisposición del imputado Cattáneo, que sufrió una descompensación respiratoria mientras seguía el juicio por teleconferencia y luego por problemas técnicos que impedían ver la imagen en la casa del General en cuestión.

Ya por separado hemos publicado las declaraciones de Acuña, pero no queríamos dejar de manifestar la vivencia de Periodismo de Verdad allí dentro para compartirla con nuestros lectores. Acuña se sentó en el banquillo a las 10 en punto de la mañana y estuvo allí hasta pasada las 14 cuando se retiró luego de un cuarto intermedio para que el tribunal resolviera que hacer con el pedido de “detención inmediata”.

Tras casi dos horas en las que Acuña habló pausado, tranquilo y demostrando conocer al dedillo la temática de la guerrilla y de LA GUERRA en Argentina , comenzó el tiempo de preguntas y respuestas que tuvo tramos irónicos, risas, enojos y hasta llantos.

Preguntas y respuestas:

Horacio Guerineau comenzó el interrogatorio y le preguntó cuántos guerrilleros estimaba que actuaron en el país. Aclarando que era una cifra estimativa, Acuña dijo que alrededor de 20.000 divididos en “combatientes, simpatizantes y aspirantes” que usaban grados similares a los de los Militares. En la selva tucumana agregó luego, pelearon cerca de 3.000 y resaltó que se había elegido a Tucumán especialmente por su topografía. Había gente que iba y venía, aseguró y relevos en la zona del monte.

Guerineau lo interrogó luego sobre cuál era su concepto sobre la CONSADEP o la comisión Bicameral creada en Tucumán. Dijo no conocer demasiado la actuación de la Bicameral, pero si poder intuir, en base a sus investigaciones, que no fueron creíbles. Esas organizaciones fueron creadas posteriormente a los grandes acontecimientos bélicos del 70 comentó y concurrieron quienes se creían víctimas. Dio algunos ejemplos por ejemplo que “todos los que declararon allí tuvieron la suerte alguna vez de correrse la venda de los ojos y ver situaciones que no existieron”. Han dicho disparates, agregó y sostuvo que han incurrido en mentiras que no distorsionan la realidad”.

A continuación el abogado de Menéndez le preguntó que sabía acerca de los centros clandestinos de detención. Respondió Acuña “que los militares cumplían órdenes” y que en esos centros se operaba en función a eso. No corresponde en absoluto el término “clandestino” aseveró.

“Y de las cárceles del pueblo?” Existieron demasiadas, dijo con seguridad, y allí prisioneros militares y civiles permanecieron en condiciones inhumanas, tratados salvajemente, y entonces recordó al Coronel Larrabure. “Si, existieron y tengo fotos” reveló.

El general Cattáneo desde su domicilio y acompañado por uno de sus abogados defensores pidió hacer uso de la palabra. La querella protestó diciendo que se había convenido en que los imputados no pudiesen interrogar, a lo que Jiménez Montilla respondió que se trataba de un testigo ofrecido por la defensa y que no hacía lugar por lo tanto al reclamo.

Cattáneo desde su silla de ruedas y con su mochila de oxígeno pero con mucha firmeza saludó a Carlos Acuña para preguntarle luego si el decreto firmado por María Estela Martínez de Perón ordenando “aniquilar al enemigo” era una declaración de guerra, respondió que si, que era una orden clara y precisa.

Cattáneo consultó luego: “Las tropas, las fuerzas de seguridad, los militares que realizaban maniobras, ¿atacaban a la población civil ó quien las atacaba”?

He investigado muchísimo al respecto, respondió Acuña, y puedo asegurar que fueron los terroristas los que atacaron a los civiles para amedrentarlos e intentar convertirlos en informantes. Los militares en cambio dijo Acuña actuaban en defensa de los ciudadanos y puso como ejemplo “la batalla de Manchalá”

“¿A su criterio quien cometió crímenes de lesa humanidad?” dijo el general pero el Tribunal respondió que esa pregunta no correspondía con lo que Cattáneo dio por terminada su intervención.

Luego fue el turno del Doctor Ezequiel Ávila Gallo (h) quien le preguntó si conocía alguna organización deniminada “OLAS”. Con precisión Acuña respondió que tenía base en Cuba pero que tenía representación en tres continentes. Tenía como objetivo el cono sur, dijo el periodista y en especial en Argentina.

Ávila Gallo le consultó si participaban en la misma ciudadanos argentinos, “Sí, desde 1964 y comandados por Santucho viajaban contingentes a formarse ideológica y militarmente” sostuvo.

Avila Gallo lo remontó luego a lo declarado en referencia al grupo guerrillero que se había instalado en Orán (salta) preguntándole si recuerda un argentino de nombre Mascetti. Acuña manifestó tener pleno conocimento de esta persona que si estaba dentro de ese grupo terrorista y que escribió un interesante libro en el que cuenta su experiencia en el ERP. Mascetti dejó un hijo en Cuba, sostuvo, que luego se casó con la hija de un prestigioso general cubano y que trabajó mucho tiempo para los servicios de Inteligencia de la Havana. Luego desertó dijo y vino a la Argentina en donde fue amparado.

Uno de los integrantes del Tribunal, el Doctor Casas quiso preguntar diciéndole que no lo consideraba un testigo de causa sino más bien un estudioso.

Casas le dijo: Señor Acuña, acá un militar dijo en su testimonio que las fuerzas guerrilleras no tenían dimensión suficiente para resistir una guerra con las FFAA…

Con fuerza Acuña se acomodó en la silla y dijo “si hubiesen tenido fuerza suficiente y paralelamente hubiesen encontrado incapacidad profesional en las fuerzas militares, de seguridad y policiales entonces hubiesen vencido, pero encontraron todo lo contrario señor.”

Casas continuó: “usted considera que hubo una guerra, los bandos cumplieron con los pactos de Ginebra?”

Las FFAA si, dentro de los límites posibles, los otros no, respondió tajante pero aclaró que era una guerra nueva, que la guerrilla del siglo XX fue diferente.

Casas pregunta: Usted sabe que muchos consideran que los delitos cometidos por las FFAA son de lesa humanidad. ¿Considera que los actos de la guerrilla son de lesa humanidad”. Efectivamente señor.

Casas: Los crímenes de guerra, son delito de lesa humanidad?

No lo sé señor, no soy abogado. Son delitos de guerra dijo tranquilamente.

El abogado de Menéndez, Horacio Guerineau le solicita al testigo una reflexión final:

“Mi investigación literaria, dice Acuña, me permite sacar como conclusión que la historia se repite y que hoy existe terrorismo en contra de quienes defendieron a la Patria y lucharon contra el enemigo de la República”. La perspectiva que se abre en Argentina es dolorosa, aseveró. La esencia del derecho está rota, se incorporan elementos ideológicos que deforman la realidad dice Acuña.

Fue el turno del Fiscal Alfredo Terraff:

Habló con el vozarrón que lo caracteriza y dijo: señor Acuña, en su exposición usted dijo que hubo una guerra intencional realizada en nuestro territorio. Dijo también que nuestras FFAA lucharon contra una invasión externa y que hubo guerra. Dijo además que el decreto de la Presidente María Estela de Perón era una declaración de guerra y que había que aniquilar al enemigo y finalmente dijo que el terrorismo atacaba a la población civil para amedrentarlo y convertirlo en enemigo. Le pregunto: ¿qué opina del robo de bebes?

Acuña le dice antes de responder “celebro la exactitud de su resumen señor fiscal”. Respecto al robo de bebés al que suele agregársele la palabra “sistemático”, ha sido demostrado que no ha habido apropiación ilegal de niños y sólo se conocen 8 casos que fueron una demostración de amor” porque les brindaron un nombre, una familia, amor y les abrieron las puertas al mundo” sostuvo mientras los presentes se miraban indignados. Y en cambio sostuvo que hubo guerrilleros que con sus hijos en brazos portaban armas y fusiles. Fue esta sin dudas la respuesta que más irritó tanto público como a los abogados presentes y con la que titularon casi todos los medios en la provincia.

Hablando de amor, le dice el Fiscal con ironía, ¿Qué opina de las probadas judicialmente violaciones a mujeres en centros clandestinos?

No las conozco, respondió Acuña…si me muestra las pruebas…si hubiesen existido me parecería absolutamente reprobable, pero no se me escapa que en ambos bandos hubo civiles que cometieron excesos.

Yo voy a disentir con Casas dice terraff, ya que usted para mí no es “Amicus Curiae” ( que literalmente significa amigos del tribunal) sino un testigo de causa.

“No le entiendo” responde el testigo y Terraff contesta “ y yo no entiendo tantas cosas de las que dice usted”….y prosigue

Usted dijo que por la formación de militares y policías no cree que ellos hayan cometido los hechos de que se los acusa, como se explica entonces que Bussi y Menéndez hayan sido condenados por este mismo Tribunal a cadena perpetua por torturas y desaparición de personas?

“Ni Bussi ni Menéndez han torturado ni secuestrado, ahora si alguien lo hizo debe ser condenado. Si no hay ley que no haya delito, pero un comandante no puede ser condenado por algo que hizo un subalterno sin su conocimiento respondió”

Acuña y qué opina de privaciones ilegítimas de la libertad sin orden judicial y violaciones a la noche?

Responde rápidamente Acuña: “¡Y usted qué opina de personas que han sido secuestradas y escondidas en cárceles del pueblo?, ¿qué opina del asesinato de algún empresario ocurrido acá en Tucumán cuando bajaba de un avión?. Me gustaría que me conteste señor…..nooo, acá el que debe contestar es usted?

Y qué opina de las violaciones a domicilios sin orden judicial señor Acuña?, otra vez responde el testigo ¿Qué opina usted….?. Que es un impertinente!!!! Contesta Terraff fuera de si.

Con total tranquilidad entonces Acuña contesta “Opino que acá hubo una guerra y que las FFAA debieron adecuarse para enfrentarla.

No hubo guerra!!! Hubo genocidio como dicen los carteles del público grita Terraff

Otra vez sin levantar el tono de su voz Acuña le dice “eso no existió en Argentina”.

A ésta altura la temperatura dentro de la Sala subía al compás de las respuestas y todo parecía una olla en ebullición….no habían ya inconductas en el público pero si cuchicheos en cada rincón, los periodistas apostaban a diferentes finales, los querellantes hablaban por lo bajo, los defensores parecían complacidos, el Tribunal observaba sin perder jamás la compostura….el testigo Carlos Manuel Acuña en tanto, muy seguro y dueño de un absoluto dominio de sus sentimientos, quizás por saber que sus respuestas estaban fundamentadas en sus libros producto de profundas investigaciones seguía sentado como si nada pudiera alterarlo.

Laura Figueroa pidió la palabra y dijo que para esa defensa el testigo no reunía las características de “Amicus Curiae“, acá el testigo afirmó con la vehemencia que la caracteriza, es el mejor defensor que he visto y en tal sentido no puede ser un testigo sostuvo. Creo que Acuña ha cometido varios delitos en esta audiencia, agregóy que debe ser interrogado por un fiscal. Por eso no haré preguntas. Los otros querellantes se sumaron a lo dicho por Figueroa y pidieron la investigación del testigo por haber incurrido en “apología del delito” y “falso testimonio”. Además criticaron al testigo por haber dicho “injurias contra ese tribunal al decir que la sentencia a Bussi y Menéndez en 2008 fue un disparate”. Bernardo Lobo Bugeau a su vez desdobló su papel y habló como integrante de la secretaría de DDHH de la Nación y como querellante de la familia Ramos después.

Para concluir Alfredo Terraff con voz severa dijo:

Señor Presidente, en mi carácter de representante del Ministerio Público Fiscal y cumpliendo con mi deber solicito al Tribunal se ordene la inmediata detención del testigo por delito cometido según artículo 213 del Código Procesal Penal de la Nación al haber afirmado “que las apropiaciones ilegitimas de bebés, fueron actos de humanidad y por haber tildado de disparate el fallo de este alto Tribunal. Por lo tanto le reitero que ordenen la inmediata detención del testigo y se lo ponga a disposición del juez competente.

El Presidente del tribunal pidió un cuarto intermedio de 15 minutos. En ése tiempo hubo todo tipo de conjeturas y movimientos, fotógrafos que se alistaban, familiares de Menéndez preocupados, conversaciones y rumores acá y allá.

Finalmente el Tribunal ingresó en la Sala. Carlos Manuel Acuña permanecía impávido como si nada alterara su tranquilidad. Hasta alguien llegó a decir que acaso la detención hubiese sido favorable para muchos, pues se pondría en evidencia la intolerancia y persecución antes quienes piensan diferente.

Mariano García Zavalía dijo entonces: Este Tribunal resuelve, por entender que no existen elementos suficientes para justificar que el testigo haya cometido delito en sus declaraciones, no hacer lugar al pedido del señor Fiscal.

Jiménez Montilla dijo con voz seca: Queda usted desocupado. Acuña contestó amablemente “Muchas gracias señores” y se levantó pausadamente sin que nadie osara en la Sala un insulto o agravio.

Lo cierto es que las declaraciones de este testigo, el primero por parte de alguno de los imputados, habló durante casi 4 horas en la mañana de ayer con libertad ya que el Tribunal Oral Federal dio muestras en cada oportunidad posible de que exigiría respeto hacia él como hacia todos los testigos que se presenten en este mega juicio como le dicen. Las declaraciones de Carlos Manuel Acuña fueron firmes, seguras, fundamentadas. Pueden haber gustado o no y tendrán seguramente diferentes interpretaciones. Es muy posible que lo que yo entendí no coincida en absoluto con algunas crónicas de otros medios. Pero eso hace a la libertad de prensa, de expresión y hasta de sentimiento y por eso hay que rescatarlo.

Hubo, como siempre sucede, sentimientos encontrados. Algunos se fueron molestísimos, otros acongojados y los menos altamente satisfechos con la exposición de este testigo que cuanto menos, es una persona capacitada en el tema y que ha investigado durante años desde el periodismo y después como historiador.

Pero la sensación final es de que por fin alguien se animó a contar, sin pelos en la lengua y sin intereses políticos o militares de por medio, esa parte de la historia que hacen 34 años nos pretenden ocultar. Repetimos, puede gustar o no, uno puede sentirse más o menos representado o identificado con lo dicho por este experimentado periodista pero ésa es la historia y hay que transmitirla para que el día de mañana cada joven pueda formar su opinión libre de censuras y/o imposiciones. A la historia la hacen “los malos y los buenos”, la componen todos los que de una manera u otra han sido protagonistas de hechos relevantes y que se conozca TODA la verdad es lo que todos, desde donde nos toque, debemos procurar.

Acuña salió airoso, caminando sin custodia alguna, convencido de haber dicho su verdad. El tribunal tuvo un gran equilibrio a la hora de tomar decisiones y de hacer respetar al testigo, más allá de cualquier ideología o presión que por ahí se sospeche que puedan tener.

La gente salió conforme o enojada, no importa, pero en ningún momento hubo agravios entre el poco público ni entre los abogados de una u otra parte.

Para mí al menos, eso sí es un triunfo y es una demostración de madurez.

Dios quiera que no me equivoque y ojalá empecemos a comprender de una vez que es hora de terminar con las diferencias, las acusaciones cruzadas, la intolerancia y el autoritarismo. Cada uno puede pensar como quiera o tener la ideología o el credo que prefiera, pero eso no nos hace mejor ni peor persona. Si en cambio el ser respetuosos, pacíficos, comprensivos y tolerantes nos hará diferentes y nos ayudará a todos a poder perdonar.

Fuente: Periodismo de verdad