lunes, 21 de octubre de 2013

Organización para la Unidad Nacional


   2013


Ceferino Reato:

“Las víctimas        
de la dictadura 

no fueron 30.000,

en total hubo 

7158 muertos”. 


El periodista presentó su libro:

                          ¡Viva la sangre!

en Martínez.

   En un evento organizado por la OUN (Organización para la Unidad Nacional), el escritor y periodista Ceferino Reato presentó su último libro ¡Viva la sangre! sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridas en Córdoba antes del golpe de Estado de 1976. 

Ceferino Reato, el autor que con su libro de investigación periodística Operación Traviata volvió a abrir la causa judicial sobre la muerte del sindicalista José Ignacio Rucci, se presentó ante un auditorio colmado para dar cuenta de su visión sobre el escenario de represión ilegal que operó entre agosto y octubre de 1975 en Córdoba y expone en su último trabajo ¡Viva la sangre!. La cita tuvo lugar el 18 de octubre por la noche en el Salón de los Candados de Martínez.La ocasión fue el puntapié inicial del ciclo de difusión cultural que organiza la OUN (Organización para la Unidad Nacional). El presidente de este espacio, Martín Palma, aseguró que “Ceferino hace un relato de los 70 que es otro relato, no es el actual que se expone desde el gobierno como único. Si vamos a debatir y revisar la historia, nos parece interesante mostrar varias caras de la moneda, varios relatos, varias verdades para que después cada uno haga su análisis”.
Asimismo, Palma subrayó que “la OUN se plantea fomentar la participación ciudadana, las discusiones con respeto, pluralidad y diversidad para construir una Argentina mejor”. También expresó que hay que dejar que la justicia se encargue de revisar el pasado y mirar hacia el futuro. “A partir de este de este ciclo de difusión cultural impulsamos la reflexión, el debate y la importancia de la diversidad, por eso convocamos a Ceferino, un gran periodista”.“Este es el cuarto libro que escribí sobre los ’70. 
Estaba tratando de buscar una imagen que resumiera esa época y encontré el escenario de Córdoba, que tiene varias características que lo hacen único: capital simbólica de la revolución socialista, agrupaciones que hicieron que esté el foco obligado de las guerrillas y el laboratorio de lo que sería la represión en la dictadura”, comenzó a detallar Reato.
Ante un público atento, el autor de ¡Viva la sangre! dio cuenta de que las violaciones a los derechos humanos no comenzaron con el golpe de Estado del 24 de marzo de 1976: en Córdoba 69 personas fueron desaparecidas durante los últimos seis meses del gobierno constitucional de Isabel Perón. 
Las guerrillas también sumaron a la tragedia con sus bombas secuestros y muertes. 

Así, Reato expresó que también hay otros muertos que figuran como víctimas de terrorismo de Estado y, en realidad, son caídos por la revolución: 
“En el libro yo cuento todas las víctimas de la dictadura y llego a la conclusión de que hubo 6.415 desaparecidos y 743 muertos: 7158 personas en total. 
Es un número importante pero no son los 30.000, entonces los organismos de Derechos Humanos están enojados. Deberían estar contentos pero esto los obnubila”. A su vez, relacionó el pasado con el presente al decir que el kirchnerismo explica que las medidas tomadas se arraigan con el pasado para pensar en el futuro y ha manejado muy bien el tema para usarlo como operación política. 
Reato va en contra del paradigma que divide la historia reciente entre buenos y malos, amigos y enemigos, ángeles y demonios. Le parece peligroso ya que “hay un más o menos”, intereses, valores, ideas y visiones distintas. “Ese conflicto está y por eso existe la política”, dijo.
Luego de la exposición, periodistas, ciudadanos e interesados realizaron preguntas puntuales al autor, generando un intercambio de ideas y un debate rico al consultar sobre diversas inquietudes y obtener respuesta directa desde la mesa expositora.
Finalizada la conferencia, Reato enfatizó: “El espacio me parece una iniciativa formidable para charlar estos temas, reflexionar, debatir y la OUN permite que personas de espacios diferentes sigan un camino para buscar soluciones a problemas que nos afectan a todos. 
Me gustó mucho la recepción del público y las preguntas que obligaban a pensar, daba para seguir charlando”. Finalmente, Martín Palma confió que esta acción continuará: “Vamos a seguir con este ciclo de difusión cultural y con una fuerte campaña para ver si en el 2015 podemos llegar a tener la boleta única en la provincia de Buenos Aires y en varias provincias de la Argentina”.
Estuvieron también presentes el candidato a senador provincial Marcelo Sánchez; las concejales de San Isidro Aurora Bastidas y Ester Fandiño; referentes de la OUN de la Región Metropolitana, entre otros. 

A Manuel Belgrano


   2013

Correo electrónico:

A            


Manuel


Belgrano.


Por :







Alfredo



Leuco.







Si me permite, Don Manuel, me gustaría decirle que usted es
el espejo en el que todos los políticos argentinos deberían mirarse. 
Porque usted hizo el camino inverso de tantos políticos corruptos. 
La mayoría llega pobrea la función pública y sale rico. 
La mayoría se enriquece ilicitamente. 
Su biografía demuestra que usted hizo todo lo contrario. Nació rico. 
Nació en cuna de oro porque su padre era un importante comerciante. 
Por eso pudo acceder a la educación a la que accedió. 
Por eso Salamanca, Valladolid. 
Pero se pasó la vida repartiendo su fortuna entre la gente común. 
Y murió pobre. 
Se empobreció licitamente. 
Se convirtió en una bandera de austeridad republicana. Usted, justo usted, que es el creador de la bandera convirtió
su trayectoria en una bandera y su cuerpo en el abanderado 
de los mejores valores que debe tener un hombre público que está obligado a servir a su comunidad. 
Por eso creo que a 200 años del nacimiento de la patria llegó la hora de pedirle perdón. 
Mil disculpas, Manuel Belgrano. 
Ojalá nos perdone. 
Y si me permite, como una manera de desagravio, me gustaría decirle gracias por todo lo que hizo por nosotros. 
En este Bicentenario le decimos gracias por haber protegido siempre a los mas desprotegidos, a los mas humildes, a los
ancianos, a las mujeres y a los indios. 
Por haber impulsado siempre el progreso y el bienestar de la
gente. 
Por darle a la tierra el caracter de generadora de riquezas y haber inventado el impuesto a las tierras improductivas. Progresismo puro. 
Gracias por grabarnos a fuego en nuestra identidad esa frase maravillosa que dice que el sentimiento de libertad es capaz de transformar en héroes a los ciudadanos mas simples. Gracias por su combate permanente contra los monopolios y todo tipo de autoritarismo. 
Por haber sido miembro del primer gobierno patrio.
Por defender la libertad de prensa y la modernización. 
Por haber traido de Europa las ideas mas avanzadas de soberanía y emancipación y las tres vigas maestras de la
revolución francesa: libertad, igualdad y fraternidad. 
Gracias por la inmensidad de su cultura. 
Por hablar y leer perfectamente en
inglés, francés, italiano y latín. 
Gracias por haber redactado junto a Mariano Moreno el Plan
Revolucionario que se presentó a la Junta. 
Gracias por decir que la patria es educación. 
Por haber donado sus sueldos para construir la biblioteca
pública y varias escuelas que se construyeron 170 años después. 
Gracias por el coraje de haber combatido en las invasiones inglesas y por convertirse en general de la Nación cuando su
formación era de abogado, economista, diplomático
y periodista.
 Pese a todo no dudó en tomar las armas y las estrategias militares para defender esta bendita tierra.
Gracias por haberle salvado la vida a la esposa y a la hija del general San Martín. 
Ojalá alguna vez nos perdone que lo hayamos dejado morir en la mas terrible de las miserias. 
Vencido por las enfermedades y con el único tesoro de su reloj personal para recompensar al médico que lo asistió hasta el final. 
Le confieso que me produjo un desgarro en el alma cuando leo que su cuerpo estuvo ocho días sin poder ser sepultado por falta de dinero. 
Siento vergüenza histórica retroactiva. 
Por eso perdón y gracias, don Manuel Belgrano. 
Gracias por la escarapela y por la bandera. Y sobre todo gracias por enseñarnos con la enseña que Belgrano nos legó que la lucha por una patria mas justa es la verdadera bandera idolatrada.