sábado, 26 de enero de 2013





















El gobierno K  hace... 
lo que no pudo 
Inglaterra.


Un buque que actuó en la guerra de Malvinas, se hunde por falta de mantenimiento.

Una marca registrada de la gestión kirchnerista, que sigue destruyendo las Fuerzas Armadas.

Fuente:
http://www.notiar.com.ar/contenido/Actualidad/AcNac_910.htm#1

Colaboración :
Alfredo Mendez.


Ya hubo intento previo:
 by Ceferino Reato
PERFIL.COM

El buque que se está hundiendo en la base naval de Puerto Belgrano, “Santísima Trinidad”, fue atacado por Montoneros el 22 de agosto de 1975, cuando ya la guerrilla peronista había vuelto a la clandestinidad y el país era gobernado por la presidenta Isabel Perón, o “Isabel Martínez”, como la llamaban los montoneros en sus comunicados.La mina naval colocada por buzos expertos de Montoneros inauguró una impactante serie de ataques contra la Armada, la Aeronáutica y el Ejército con la cual la guerrilla peronista buscó demostrar a propios y extraños que había logrado un “salto de calidad: la construcción del ejército popular”, como explicó en octubre de 1975 en el documento “Hacia la construcción del Ejército Montonero”.
Hasta ahí, los ataques a las Fuerzas Armadas, en especial al Ejército, eran la especialidad del Ejército Revolucionario del Pueblo, un grupo trotskista guevarista.
En aquel momento, Santísima Trinidad era la primera fragata provista de misiles y constituía la joya más valiosa de la Armada; había sido construido con ayuda británica como parte de un acuerdo por 350 millones de dólares.
Seis días después, Montoneros voló la pista del aeropuerto de San Miguel de Tucumán mientras despegaba un avión Hércules C-130 de la Fuerza Aérea con ciento catorce personas a bordo, casi todos gendarmes que regresaban a San Juan tras haber participado durante dos meses en la lucha contra la guerrilla en aquella provincia. La caída del avión provocó la muerte de seis gendarmes y heridas en otros treinta.
Pero, el golpe más audaz fue contra el Ejército: el ataque al Regimiento de Infantería de Monte 29, en Formosa, el domingo 5 de octubre de 1975. “Operación Primicia”. Fue un intento de copamiento que provocó un cruento combate que duró media hora y en el que murieron 24 jóvenes, doce guerrilleros y doce defensores del cuartel, entre ellos diez soldados conscriptos.
La ley ordenaba a los jóvenes de 21 años que hicieran un año de servicio militar. En eso estaban esos formoseños cuando fueron atacados.
Fue el debut del Ejército Montonero, con sus uniformes de color azul, que luego serían perfeccionados.
¿Para qué crear el Ejército Montonero? 
Para “la liberación nacional y la construcción de una patria justa, libre y soberana: la patria socialista” en el marco de la “guerra integral”, que, siempre según el documento de octubre de 1975, “nos permitió combinar en cada etapa las formas armadas con las formas no armadas de lucha. 
Por ejemplo, en 1973 tomó más relevancia el accionar no armado. 
La expresión fundamental del poder popular el 25 de mayo (en la asunción del presidente Héctor Cámpora) fue la movilización de masas. 
La falta de desarrollo de nuestra capacidad militar en ese momento impidió que durante el ´equilibrio estratégico´ avanzáramos hacia el aniquilamiento del enemigo”.
En octubre de 1975, Montoneros estaba convencido de que el golpe, del que tanto se hablaba en la prensa y en los bares, era inevitable debido a una serie de factores: violencia política, inflación, desabastecimiento, debilidad política de la Presidenta, etcétera. 
Y, por lo tanto, tenía que prepararse para cuando los militares volvieran a tomar el gobierno.
El lenguaje político de aquella época incluía conceptos como “agudizar las contradicciones”, extremar los conflictos. 
Montoneros, como otros grupos guerrilleros, pensaban que, incluso, el golpe podía acelerar la revolución socialista en la medida en que la represión militar convencería a la mayoría de la gente de apoyar al “ejército popular”, a los grupos guerrilleros.
Terminó mal, pero en 1975 Montoneros tenía un poder de fuego considerable: durante ese año, realizó unas quinientas operaciones de muy distinta importancia y le provocó setenta y cinco bajas a la policía, a la que rebasaba en varias ciudades, según el libro Soldados de Perón, del politólogo británico Richard Gillespie. 
Roberto Perdía, que era el número dos de la guerrilla peronista, me dijo que la cantidad de militantes con formación militar ascendía a 12 mil; 2.300 de ellos eran “oficiales”, y que el número de adherentes o simpatizantes era diez veces superior: 
“Había unas 120 mil personas más o menos organizadas que adherían”.
http://blogs.perfil.com/ceferino/

sábado, 19 de enero de 2013

2013









“La paz se puede firmar, pero dudo que dé resultados”

Por :

Ricardo Angoso.
Colombia vive una encrucijada histórica clave para garantizar la convivencia pacífica y democrática. La negociación con las FARC para el desarme será un caminio difícil. Muchos colombianos echan de menos la seguridad democrática del expresidente Álvaro Uribe.
Del expresidente Álvaro Uribe se puede decir ya sin ambages que se ha convertido en el máximo líder de la oposición a las políticas del presidente Juan Manuel Santos.
Uribe se mueve en la arena política como pez en el agua y sigue siendo un referente moral para millones de colombianos.
Ahora, quizá desde las filas de un nuevo partido político, que podría responder a lo que ya se denomina como Puro Centro Democrático, no descarta dar la batalla electoral para las próximas elecciones legislativas, previstas para el año 2014.
¿En que consiste esa política que enarboló durante su mandato y que definió en su momento como la “seguridad democrática”?
Nosotros trabajamos sobre un propósito: construir la confianza de los colombianos en Colombia y de la comunidad internacional en nuestro país. 
La palabra clave, entonces, es confianza, que está cimentada sobre tres pilares: la seguridad, la promoción de la inversión y la política social. 
La seguridad y la promoción de la inversión como medios; y la política social como fin y legitimador de las dos primeras.
¿Por qué la seguridad democrática
Porque es la seguridad con respeto a las garantías civiles, a los derechos políticos, a los derechos humanos, sin censura a los medios de comunicación, con respeto a las libertades fundamentales, con pluralismo, así fueron esos años y es una fuente de recursos que perdura todavía. 
Es un valor democrático, ya que sin seguridad es imposible la práctica de la democracia, y sin seguridad no se dan recursos de inversión que se necesitan para resolver los problemas sociales.
¿Es cierto que le quedaron secuelas físicas del atentado que sufrió en el Hotel 
Orquídea Real?

En el año 1990, ejerciendo como senador, se tramitó una reforma laboral en Colombia, de la que yo fui coautor y ponente, reforma que salvó a las empresas y a los trabajadores. 

Fue tan importante que al día de hoy nadie la ha echado para atrás, y eso me generó muchos atentados de estos grupos terroristas.
Yo viví un tiempo en la Universidad de Harvard, donde hice un posgrado en el año 91 y después, al regresar al país, asumí toda la responsabilidad y fui ponente en un proyecto de reforma de la seguridad social.
En el curso de ese proyecto nuevamente se reproducen las amenazas contra mí, hay nuevas dificultades, y ahí, en ese momento, ocurre el atentado del Orquídea Real que registro en el libro que acabó de presentar.
Fue muy doloroso.
La bomba la pusieron en el baño contiguo al baño de mi habitación y explotó a los pocos minutos de haber entrado en la misma. 
Y también hubo otros atentados esa noche en Bogotá, resultando víctimas de los mismos algunos jóvenes de Ecopetrol, tal como relato en mi libro. 
Pero ¿cómo procedimos? 
Al día siguiente de ese atentado yo estaba en el Congreso de la República continuando con mis deberes de legislador.

¿Cuál fue el momento más duro de sus ocho años como presidente?
"El ejercicio público en cada hora da treinta segundos de satisfacción y cincuenta y nueve minutos y treinta segundos de dificultades. 
Las dificultades son naturales, son parte de la esencia al servicio público. 
Los momentos más duros son los que yo calificaría de tristeza y son varios: la bomba contra el Club Nogal de Bogotá, los asesinatos de Guillermo Gaviria y Gilberto Echeverri y los integrantes de las Fuerzas Armadas que estaban con ellos, la muerte en accidente de aviación del ministro Juan Luis Londoño, la muerte de Pedro Juan Moreno, en otro accidente de aviación, el asesinato de los diputados vallecaucanos a manos de las FARC…
Los momentos de dificultad son obvios, pero los de tristeza afectan mucho y perduran para siempre.

Hay un gran debate en América Latina sobre el tema del narcotráfico, incluso algunos líderes regionales plantean la legalización de algunas drogas, ¿qué opinión tiene sobre ese asunto?

Para hacer una política razonable no se necesita legalizar nada. La Constitución colombiana, mediante una reforma nuestra, definió que el consumidor no tiene que ser llevado a la cárcel, pero que sí debe ser rehabilitado. 

Hay países como Portugal que van más allá y dicen que hay que rehabilitarlo pero el consumidor se tiene que dejar ayudar, o de lo contrario se le puede multar, se le puede hasta sancionar administrativamente si no cumple con esa rehabilitación. 
Creo que se necesitan campañas de sanidad pública para llegar a una mayor prevención, pero hay que ser muy duro, muy drástico, con el distribuidor y llevarlo a la cárcel, indudablemente.
La verdad es que si hoy se legaliza la marihuana, mañana se acaba legalizando la cocaína. 

En el mundo hay más de 1.800 drogas y en los países donde se avanzó en materia de legalización de las mismas hay problemas con sus comunidades. 
Por ejemplo, en Holanda se han cerrado muchos de los coffee-shops donde se consumían drogas. Y hay una realidad que no se puede evadir: lo que distingue al ser humano de otros seres vivos es que el ser humano tiene control sobre su voluntad, que es lo que le hace libre; las drogas ilícitas, por el contrario, lo enajenan, lo esclavizan y le hacen perder su libertad. 
El ser humano cuando pierde su libertad, cuando está enajenado, se convierte en un peligro para la comunidad. 
Siendo yo presidente recibí informes de la policía colombiana de que el 100% de los sicarios arrestados en Colombia a punto de cometer un crimen estaban bajo el efecto de drogas ilícitas. Entonces, vuelvo al principio, puede haber políticas razonables contra el narcotráfico sin necesidad de legalizar determinadas drogas.

Castro le dijo a García Marquez que le dijera que las FARC solo querían un proceso de diálogo para rearmarse, ¿cree que estamos en un momento parecido, que estas negociaciones actuales responden a lo mismo?

Aquella conversación con García Marquez fue en febrero de 1997, era yo gobernador de Antioquía. Las FARC crecieron mucho hasta el 2002. 
En el gobierno nuestro, que comenzó ese año, fueron reducidas y pasó de 30.000 hombres a 6.800; desafortunadamente, bajo la actual administración, algo se han recuperado. 
De haber seguido la tendencia de nuestro gobierno, hoy las FARC tendrían como máximo 2.000 hombres y, sin embargo, tienen más de 8.000. 
Diría yo que todavía tienen la capacidad de hacer daño, pero no están tan fuertes como estaban en el 2002. 
¡Dios quiera que no vuelvan a recuperar esa fortaleza! 
Indudablemente, lo que sí están haciendo hasta ahora es recuperar un protagonismo político que no se le debe de permitir a los terroristas y que le puede hacer mucho daño a la democracia colombiana. 
Con la paz, dicho sea de paso, todos estamos de acuerdo, pero somos muchos, entre lo que me incluyo, que decimos paz sí, pero impunidad nunca. 
Decimos también paz sí, pero elegibilidad de extorsionistas, terroristas, secuestradores y narcotraficantes, no.
Lea la entrevista íntegra en las ediciones impresa y digital de Cambio16.

martes, 15 de enero de 2013

2013

Por :

Alberto

Medina

Mendez

El ensañamiento contra los medios de comunicación, el hostigamiento a periodistas que piensan diferente y a todo lo que suene discordante con el poder de turno, parece la característica central de este tiempo.
Asumir algunas cuestiones como indiscutibles, puede ser un grave error. 
El artículo propone ese debate, desde una mirada con posición tomada.
La idea es que sirva para discutir, para poder establecer una mirada y aportar argumentos que sostengan esa visión.

Espero que sea de utilidad para un dialogo civilizado, para difundir y comentar.
Alberto Medina Méndez


Regulaciones para silenciar.

Una corriente incontenible viene creciendo en buena parte del mundo. 
A medida que la política se deforma, envicia y corrompe, buena parte de su esmero apunta a evitar críticas, o al menos en esta etapa, minimizarlas.
En esa línea de acción pretenden controlar el contenido de lo que se expresa en los medios de comunicación. Ya los han elegido como el nuevo blanco de la política. Muchos esfuerzos están puestos allí, de modo sutil algunas veces o de una forma más burda en tantos otros casos.
La trillada estrategia de controlarlo todo, de normar cada centímetro de una actividad para encorsetarla, es la modalidad elegida. Las naciones vienen avanzando en esto de asumir el manejo integral de los contenidos.
Las excusas que se utilizan para darle cierta moralidad a la decisión son múltiples. 
Muchas de ellas suenan sensatas y hasta parecen atractivas, pero esconden en realidad perversas intenciones más básicas y elementales.
Conceptos genéricos, pero también ambiguos, como la verdad, la objetividad y hasta cierta pretendida calidad de los contenidos, ayudan a instalar la idea de que hay que alentar normas que permitan acotar el margen de maniobra de los que manejan los medios de comunicación.
Los más osados se animan a afirmar que las regulaciones contribuyen a la favorecer el pluralismo, aunque demuestran a diario que solo replican voces idénticas, que dicen lo mismo, desde diferentes espacios y lugares.
Inclusive van más allá, asignándole un rol de “servicio público” a quienes ejercen periodismo, para colocarlos en la jurisdicción del control, y al convertirse en cosa pública, sean sujeto directo de las regulaciones.
La política avanza en este sentido, con cierta complicidad de una sociedad, algo hipócrita a veces. Lo hace por interés propio, porque cree que controlar los medios, le permite manejar el relato, le posibilita instalar una verdad subjetiva de modo masivo y que ese dominio le garantiza permanencia.
En ese esquema, el poder, pivotea entre la idea de regular los medios, que tiene aprobación social, y su necesidad política que le resulta funcional. Pretender que la política deje de intentar su camino de regular a los medios es una aspiración desmedida. Lo harán, y lo seguirán intentando. Precisan acallar a las voces diferentes, silenciar a los periodistas que pueden denuncian hechos de corrupción, y enmudecer a cualquiera que se anime.
Ya no tienen plafón político, para encarcelar personas por su pensamiento, ni torturarlos o quitarles la vida. En estos tiempos, esa estrategia es inadmisible por su inviabilidad política. Por eso eligen este camino, más sutil, aparentemente más amable, pero que busca los mismos fines.
Lo que es difícil comprender es como la gente apoya este tipo de decisiones normativas. Atenta contra su única posibilidad de ponerle limites al poder, de evitar los abusos, la concentración del poder estatal.
En momentos como estos, en los que la republica está jaqueada, y su división de poderes cuestionada, el contrapoder por excelencia, es el de los medios de comunicación, el periodismo y la prensa.
Ahogar esa posibilidad, es casi suicida en términos sociales. Acallar las voces es la peor idea. 
El disfraz que proponen las regulaciones, combatiendo supuestas posiciones dominantes o configuraciones monopólicas, resulta atractivo para muchos porque suena convincente esto de favorecer a los más pequeños y perjudicar a los aparentemente grandes.
A los monopolios, a los que parecen dominar la escena, se les da la batalla en el mercado, con mejor programación o contenidos más inteligentes, es decir compitiendo con ellos y ganándole en el terreno adecuado. No existe monopolio invencible en esos términos, en todo caso existen mejores y peores medios, periodistas más serios y creíbles, y de los otros, esos que trabajan para el discurso oficial, solo porque reciben una paga a cambio.
Por eso resulta especialmente extraño, que en este contexto, algunos periodistas, digan estar de acuerdo con estas leyes, siendo que son la negación de la libertad de expresión. 
En esa lista de comunicadores, aparecen quienes adhieren a estos intentos regulatorios, por cierta actitud culpógena con su visión ideológica pasada, cuando no por la compensación económica que implica fijar públicamente esa posición.
Las normas que regulan la actividad periodística, no tienen sentido alguno. 
Si existe alguna actividad que no precisa regulaciones, es esta, porque hacerlo, implica limitar la libertad de expresión.
Es difícil hallar algún aspecto positivo en este tipo de legislación, no solo en nuestros países, sino en cualquier lugar del mundo. 
Recorriendo las normas, no se encuentra párrafo alguno que tenga sentido y que merezca ser escrito, menos aun votado masivamente por legisladores oficialistas y de los otros, que siguen creyendo en esta visión de ponerle limite a todos.
Más allá de que muchos de los ingenuos defensores de estas normativas, ciudadanos desprevenidos en su gran mayoría, jamás leyeron el texto jurídico y solo repiten consignas ajenas, elaboradas por la política y los voceros propagandísticos del gobierno, lo cierto es que los impulsa cierta impotencia frente a la libertad. Gente que no tolera el pensamiento diferente, que pretende discurso único, pero no se anima a decirlo abiertamente por cierto pudor democrático.
Si pudieran, si estuviera en sus manos, cerrarían medios, limitarían licencias, impedirían la contratación de ciertos comunicadores. 
Su cobardía llega hasta allí, ni siquiera se animan a decirlo en público. 
Parece que aun conservan algo de pudor. 
No sabemos por cuánto tiempo. 
Tal vez, muy pronto, intenten dar un paso más y decidan quienes pueden hablar, confirmando esta tendencia, aparentemente irrefrenable, de llevar adelante más regulaciones para silenciar.

Alberto Medina Méndez
albertomedinamendez@gmail.com

skype: amedinamendez

lunes, 14 de enero de 2013

2013


Publicado el dia 13 enero, 2013.

Confiscarán la Rural de 

Concordia . . .  
Solo si los Jueces se distraen


Una de los pensamientos preferidos de Juan Bautista Alberdi era que para juzgar el grado de sensatez de un país, había que mirar su ley de presupuesto. Alberdi decía además que el principal enemigo de la riqueza de un ciudadano, es un Estado rico. Comprendió el peligro de un Estado preparado para el saqueo y la confiscación






















Notó Alberdi que un ciudadano sin el respaldo del Poder Judicial está desprotegido. 
Sabía nuestro máximo intelectual que el Poder que frena esos apetitos a los gobernantes es el Poder Judicial. 
El que debe velar y estar atento para que no se desborde esa compulsión confiscatoria estatal es el Poder Judicial, que declara inconstitucional cualquier atropello a los derechos individuales de los ciudadanos.El senador Cresto avanza en su proyecto confiscatorio sobre la rural de Concordia, escudándose en la idea peronista de considerar al campo como la fuente de todos los males.
 Para confirmar esta filosofía peronista vasta con recordar cuando fué la última vez que el matrimonio Kirchner fué a una inauguración de Palermo. 
Para esa muestra estuvieron siempre ocupados, en cambio para inaugurar obras tres o cuatro veces no tienen problemas de repetir obras ya inauguradas .

Glorioso Poder Judicial de la República. 
Glorioso Poder Judicial que vigila a los gobernantes .. para que no tumben derechos individuales ! 
Una República sin poder Judicial, no podría ser una República.Lo que Alberdi quería remarcar con su frase no era otra cosa que el peor enemigo de la riqueza de los ciudadanos es un Estado rico. 

El Estado, cuando tiene capacidad de confiscar sin ningún límite es mucho peor que cualquier ladrón que atormenta a una ciudad. 

La forma impúdica en que Democracia Social Argentina ha decidido expropiar solo puede compararse a Chavez, cuando aún tenía vida.

Argentina, la ex-República que respaldaba derechos individuales se ha transformado en la abanderada de intromisión estatal en cuestiones de propiedad privada. 
Mientras esto ocurre, el público aplaude hasta enrojecer las palmas de sus manos. Argentina no solo ha perdido la independencia del Banco Central, lo que la hace inviable como República sino como lugar habitable por seres humanos que no se dobleguen al Régimen dominante.

El Estatismo avanza como en cualquier país totalitario haciendo caer el respeto a la propiedad privada y al debido proceso judicial. 
Cualquier opositor que surja, podría transformarse en alguien que pueda perder su propiedad. 
Ni siquiera necesitan cambiar la Constitución Nacional para disponer libremente de propiedad privada ajena , pues saben que el Poder Judicial les teme. 
Como ya lo hiciera el tirano Fidel en su isla privada o Chavez en Tropicanezuela.

La idea del senador Cresto no es novedosa. 
Es una idea clásica en términos peronistas. 
Tiene todo el derecho a plantearla pues es lo que esperan de él sus votantes -cómplices.
 Pero el que deben velar por este derecho individual absoluto es la Justicia. 
Unico poder del Estado que vela por el ciudadano y sus derechos.
——————————
Por :
Anton Barreneche, para La Gazeta de Concordia
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Buendianoticia tomo la nota como referencia por ser autenticamente informativa y parte de un medio de Prensa Regional, que convive el problema que aqueja al patrimonio de una entidad y una ciudad Argentina, por la idea de, un mal político, que no representa a sus votantes, sino a intereses espureos de mandatarios que todos los dias desoyen  a sus mandantes.
El Director.

domingo, 13 de enero de 2013

2013


Aporta : 

El estado de :             
Felipe Pigna. 

(Página Oficial).‏





¿Cómo y cuándo nos robaron las Malvinas?

En estas épocas de inverosímiles “guerras preventivas”, pocos recuerdan que fueron las dos potencias protagónicas del actual desatino mundial las que hace 179 años acordaron la usurpación de nuestras islas Malvinas. 
Conviene recordar que España venía ocupando discontinuamente el archipiélago desde que fue descubierto y bautizado como Islas de San Antonio por hombres de la expedición de Magallanes en 1520. A comienzos de 1811, el virrey Elío , que desobedecía a la Junta revolucionaria de Buenos Aires, ordenó desde Montevideo el abandono de Puerto Soledad en las Islas que ya habían sido bautizadas Malouines por marinos franceses procedentes de de Saint Malo en 1708. El 27 de octubre de 1820, cumpliendo órdenes del Ministro de Guerra y Marina, Matías Irigoyen, llegó a Puerto Soledad al mando de la fragata “Heroína”, el ex coronel del ejército norteamericano David Jewett que desde 1815 estaba al servicio de las Provincias Unidas. 
El marino le escribía orgulloso al gobierno: 
“Tengo el honor de informar a usted de mi llegada a este puerto, comisionado por el superior gobierno de las Provincias Unidas de la América del Sud, para tomar posesión de estas islas en nombre del país al que naturalmente pertenecen por la Ley Natural.”
A partir de entonces se estableció una pequeña colonia argentina dedicada a la pesca y a la ganadería ovina.
El 10 de junio de 1829, el gobernador delegado Martín Rodríguez creó la Comandancia política y militar de Soledad y designó a su frente al comerciante alemán nacionalizado argentino Luis Vernet. 
El decreto establecía la continuidad histórica y jurídica de los derechos soberanos:
 “Habiendo entrado el gobierno de la República en la sucesión de todos los derechos que tenía sobre estas provincias, la antigua metrópoli, y de que gozaban sus virreyes, ha seguido ejerciendo actos de dominio en dichas islas, sus puertos y costas, a pesar de que las circunstancias no han permitido hasta ahora dar a aquella parte del territorio de la República la atención y cuidado que su importancia exige.”
Vernet llevó adelante una activa comandancia: construyó viviendas, levantó un relevamiento topográfico, montó un saladero de pescado y carne, una curtiembre y logró construir la goleta Aguila.
La depredación de la zona preocupó al gobierno de Buenos Aires que, en octubre de 1829, prohibió la pesca y captura de ballenas hasta que en 1831, Rosas reemplazó la prohibición por un impuesto a los buques pesqueros. 
Pero los barcos balleneros pasaban de largo por Puerto Soledad eludiendo el impuesto y depredando a gusto.
Harto de esta situación, Vernet se decidió a actuar y apresó a los balleneros norteamericanos Harriet y Superior que sin permiso estaban cargando pieles de foca, mientras que un tercero que desarrollaba las mismas actividades pudo darse a la fuga.
Vernet personalmente llevó a la Harriet a Buenos Aires llevando a bordo detenido a su capitán, Gilbert Davison.
Los norteamericanos no se iban a quedar tranquilos y el 28 de diciembre, día de los inocentes de 1831, el capitán Silas Duncan al mando de la fragata estadounidense Lexington, desembarcó en Puerto Soledad, atacó sus instalaciones, destrozó la artillería, quemó la pólvora, tomó prisioneros a seis oficiales argentinos, arrió la bandera celeste y blanca y declaró a las Islas “libres de todo gobierno”.
El gobierno de Buenos Aires reaccionó enérgicamente y Rosas le pidió al ministro Manuel Maza que presentara una protesta formal ante Washington. 
El cónsul, Slacum y el encargado de negocios Bayles fueron declarados personas no gratas y expulsados del país. Pero antes de partir, los agentes le “avisaron” al ministro inglés, John Woodbine Parish, que los Estados Unidos sólo pretendían permisos de pesca y que las islas estaban desguarnecidas y muy fáciles de tomar, invitando a los súbditos de Su Graciosa Majestad a invadir las islas.
El jefe de la estación naval británica en América del Sur, con sede en Río de Janeiro, sir Thomas Baker, impartió la orden y el 2 de enero de 1833 se presentó en Malvinas la corbeta inglesa Clío al mando del capitán John James Onslow. 
El gobernador provisorio Pinedo se negó a arriar el pabellón argentino pero la fuerza pudo más y debió rendirse y regresar con su gente a Buenos Aires. Sólo habían pasado 8 años desde la firma del tratado de “Paz, Amistad, Comercio y Navegación entre la Argentina e Inglaterra y 10 de la formulación de la famosa “Doctrina Monroe” cuando el presidente de los Estados Unidos proclamara formalmente ante el Congreso de su país que “Los Estados Unidos consideran peligrosa para su paz y seguridad toda tentativa, por parte de las potencias europeas, de extender su sistema político a una porción cualquiera del hemisferio”.
El 15 de enero el ministro de Relaciones Exteriores de Buenos Aires, Maza, reclamó por el atropello ante el ministro inglés, Philip Gore pero no hubo de parte de Londres siquiera una flemática respuesta.
Cuando el escocés Mateo Brisbane, un antiguo colaborador de Vernet, llegó a Malvinas el 3 de marzo decidió ponerse al servicio de los ingleses. Obtuvo la confianza de los invasores y mantuvo como colaboradores a Juan Simón, un francés que trabajaba como capataz desde la época de Vernet, y al despensero de las islas, el irlandés William Dickson. Tanto el francés como el irlandés explotaban y maltrataban a los peones: les prohibieron faenar ganado y pretendieron pagarles sus magros jornales con vales que no eran aceptados en la despensa de Dickson, la única de las islas. La situación se fue tornando desesperante para los peones que no se quedaron con los brazos cruzados. El 26 de agosto de 1833 estalló la rebelión. Al frente se puso el gaucho entrerriano Antonio Rivero. Lo siguieron José María Luna, Juan Brasido, Luciano Flores, Manuel Godoy, Felipe Salazar, Manuel González y un tal Latorre. En pocas horas terminaron con las vidas de Brisbane, Dickson, Simón y todos los extranjeros y enarbolaron nuevamente la bandera argentina. Así se mantuvieron por cinco meses, mientras esperaban que Buenos Aires enviara una expedición para ayudarlos que nunca llegó.
Los que sí llegaron fueron los ingleses. Fue el 7 de enero de 1834. A bordo de la demasiado explícita fragata Challenger, arribó el teniente Henry Smith para asumir como gobernador británico en las islas. Rivero y sus hombres resistieron durante dos meses, hasta que fueron capturados el 18 de marzo y enviados a Londres para ser juzgados. Finalmente el tribunal de Su Majestad le encomendó al Almirantazgo que los devuelva a Montevideo a donde llegaron a mediados de 1835. Según José María Rosa, Antonio Rivero murió heroicamente el 20 de noviembre de 1845 enfrentando la flota anglo-francesa en el combate de la Vuelta de Obligado, que pasará a la historia como del día de la soberanía nacional.
Rosas intentó canjear las Islas por la cancelación del empréstito contraído por Rivadavia con la casa Baring en 1824, nuestra primera deuda externa. La misión le fue encomendada al embajador argentino en Londres Manuel Moreno, el hermano de Mariano. La idea era impracticable porque si Inglaterra se sentaba siquiera a negociar, estaba reconociendo la soberanía argentina sobre el archipiélago, cosa que no estaba ni está dispuesta a aceptar.
El 25 de julio de 1848 se debatió en el Parlamento británico el presupuesto del Imperio y William Molesworth dijo en su discurso: “Ocurren aquí las miserables Islas Malvinas, donde no se da trigo, donde no crecen árboles. Decididamente, soy del parecer que esta inútil posesión se devuelva, desde luego, al gobierno de Buenos Aires, que justamente la reclama.”
La confesión de parte no tuvo repercusiones en el gobierno británico que conocía la “inutilidad” económica de las Islas, pero tenía muy clara la importancia estratégica del archipiélago situado frente al único paso interoceánico existente entonces en América, el estrecho de Magallanes, cuando faltaba mucho para que se inaugurara el canal de Panamá. Lo que siguió fue la más absoluta intransigencia del Reino Unido a siquiera considerar el tema de la soberanía y una guerra decidida por los más injustos e ineptos comandantes de que tengamos memoria y peleada por heroicos combatientes a los que es de buenos argentinos no olvidar.

domingo, 6 de enero de 2013

2013



Comentario, 

Agradecimiento.




Despedida de 


YAYO HOURMILOUGUE 


hasta 2013.



www.la5pata.com/inicio

www.la5pata.com/inicioAUDIO -Comentario de YAYO H. y Grilla Completa:
http://www.goear.com/listen/76cbb75/despedida-de-yayo-y-empresas-que-nos-hicieron-posibles-en-2012-yayo-hourmilougue
Desgrabación:
Hoy, te voy a proponer música. 
Sólo música. 
Vas a escuchar buena música. 
Imagino hoy un gran día. 
Y quiero dejarte, entre todos, un puñado de cosas. Muy muy pocas cosas.
Tu Ajenidad, porque uno siempre es ajeno a algo.
Quiero dejarte Dolor, sí sí, ya vas a saber porqué.
Quiero dejarte Esperanza.
Tu Ajenidad te decía, porque uno siempre es ajeno a algo. 
Y porque en este país hemos perdido un poco el rumbo en los últimos años y sobre todo en éste. Porque la lucha absurda entre el Gobierno y Clarín, se trata de la lucha de dos grandes Grupos, de dos grandes nombres, de dos grandes familias, no es tuyo, a vos eso no te cambia nada. No te va a cambiar nada tampoco en 2013. 
Digamos que sos ajeno a todo eso.
A la falta de libertad, no sos ajeno. 
Eso sí importa, pero eso no ha ocurrido todavía, no ha sucedido y esperemos que no suceda.

Te decía que te iba a dejar el Dolor. 
Para compartir. 
Cada muerte en las calles y las 51 muertes de Once. 
Ya que el poder no parece interesarse demasiado en eso.Y la Esperanza. 
Porque podemos cambiarlo. 
Entre todos podemos cambiarlo.

Tenemos un título, tenés un título, te recibiste en algún momento de algo, otras personas, no. Vos, Ella, Ellos, todos, somos Ciudadanos. 
Hay quien no sabe que es Ciudadano. 
Ayudemos a que entiendan de qué se trata.Nos vamos. 
Antes quiero llevar mi agradecimiento a quienes permitieron que estuviéramos aquí.

A Vos…
A Vos! 
Que nos acompañaste permanentemente del otro lado.Y a aquellas empresas que este 2012, no lo hicieron, por diferentes razones, políticas, económicas, de mercado, también agradecemos a ellas, por el trato que nos han propiciado en cada encuentro. 
Y tiene que saber ellas, que nosotros entendemos. 
Desde ya.

Y a todas las Empresas que siguen, porque si no es imposible hacer un Programa Independiente al aire. 

En 2013 y hasta donde sé, el encuentro nos convoca aquí, nuevamente, en Simphony 91.3, y no te olvides, no te olvides de abrazar, y recordalo, lo que buscamos no existe, tenemos que construirlo.

Hasta entonces cuando seremos diferentes. Porque vos cambias, lo quieras o no, permanentemente, y porque tenés que cambiar, y porque en marzo de 2013, yo también voy a ser diferente.
Estamos obligados a cambiar.
A Nacho, a Silvina, a Alicia, a Weya, a los hermanos Noguer, a su señora madre, a todos, porque esta es una PyME familiar, por eso hoy, a dos días del cierre de año, no quisimos entrevistas, en el Sitio tenés lo que quieras escuchar nuevamente, para recordar algunas entrevistas.

Te vamos a dar lo que imaginamos querés hoy, música, y de la mejor, se feliz, abraza, y recordalo, lo que buscamos no existe, tenemos que construirlo.

Estas son las empresas que nos hicieron posibles.
Hasta entonces:
APERTURA
Yayo Hourmilougue en La Quinta Pata".

martes, 1 de enero de 2013

2013



La Argentina

que quiero.



Por:

Enrique


Guillermo



Avogadro‏.


“No te rindas, aún estás a tiempo de alcanzar y comenzar de nuevo”. 
Mario Benedetti.
Las ideas que se incluirán en esta nota no tienen más pretensión que ser los títulos de los grandes temas, para que, en conjunto y con la mayor cantidad de ciudadanos posible, discutamos una alternativa para el futuro de nuestro país, después de décadas de retroceso y decadencia.

Creo que, hoy, las mayores preocupaciones de la gente en general están vinculadas a la economía, a la seguridad y a la corrupción, pero que debería priorizarse la educación, como principal causa del progreso y del desarrollo.


La enumeración que sigue no tiene un orden específico de importancia, toda vez que, estimo, debe tratarse de acciones a realizar simultánea y rápidamente, porque se trata de recuperar la República. Pido anticipadas disculpas por tanto por la extensión de esta nota -sintetizarla más me resultó imposible- cuando por el cierto desorden que en ella impera.

1
Volver al sistema de división estricta de poderes establecido por la Constitución Nacional.
2. 
 Prohibir la reelección por más de una renovación de mandato en toda la Administración pública y en los organismos públicos no estatales, estableciendo la necesidad de una muy fuerte mayoría especial para la modificación de estas normas.
3. 
Desterrar la “lista sábana” y establecer la boleta única, hasta llegar al voto electrónico, en todos los niveles del Estado.
4. 
 Transparentar la financiación de la actividad política, con estricto control de los ingresos y egresos de los partidos, sindicatos y organizaciones empresariales.
5. 
 Crear un registro permanente y público de la actividad parlamentaria en la Nación, las provincias y los municipios, que incluya la asistencia de cada legislador, qué proyectos presentó y el modo en que votó cada iniciativa.
6. 
 Anular la modificación en la composición del Consejo de la Magistratura, volviendo a la original.
7. 
 Juzgar, en ese Consejo, la actividad de todos los magistrados actuales, nacionales y federales, incluidos los miembros de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, con criterios estrictamente jurídicos, para garantizar que los magistrados que permanezcan en funciones desempeñarán su labor con seriedad, con honestidad, con recato, con sapiencia, con eficiencia, con independencia y con celeridad.
8. 
 Restablecer la Justicia de menor cuantía, con gran dispersión territorial; los jueces, fiscales y defensores a cargo de la misma serán elegidos por el voto popular, por tiempo determinado, y deberán estar domiciliados en su misma jurisdicción.
9. 
 Exigir a los jueces el estricto respeto a los principios de legalidad, de juez natural, de ley anterior al hecho del proceso y de inocencia.
10. 
Restablecer la vigencia de los derechos a comerciar, a transitar y a expresar opiniones libremente.
11. 
 Crear el cargo electivo de delegado policial en cada barrio y localidad de menor tamaño, con mandato temporal y una sola reelección, con la obligación de residir en la jurisdicción, y con mando sobre las fuerzas policiales del lugar.
12. 
Dejar en manos de la Nación y de las provincias la centralización de la información criminal, poniéndola al servicio de la investigación y de la prevención.
13. 
Recuperar, para cada una de las fuerzas de seguridad, su rol original, y rotar permanentemente a sus jefes locales.
14. 
Establecer un efectivo control de nuestras fronteras, con todos los adelantos técnicos del caso, y sancionar la “ley de derribo” para las embarcaciones y aeronaves no identificadas.
15. 
Endurecer fuertemente las penas por delitos relacionados con el tráfico de drogas y de personas.
16. 
Mejorar la capacidad y la calidad del sistema carcelario, dando acceso al mismo a la inversión privada en materia de “hotelería”.
17. 
Recrear el respeto absoluto e irrestricto de los contratos y de la palabra empeñada, especialmente en aquéllos vinculados a la infraestructura y a los servicios públicos.
18. 
Renegociar rápidamente con el Club de París y con los holdouts, para recuperar la confianza de los mercados internacionales.
19. 
Cumplir las sentencias del CIADI.
20.
Impulsar definitivamente el Mercosur y los tratados de libre comercio del mismo con el mundo entero.
21. 
Asumir, como política de estado, una visión geopolítica permanente, de modo de dar previsibilidad a nuestro comportamiento internacional.
22.
Establecer, como política de estado, los caminos diplomáticos tendientes a la recuperación de las Malvinas, e incentivar la vinculación permanente entre el continente y los habitantes de las islas, descartando toda iniciativa militar, prohibiendo los discursos agresivos en tal sentido.
23.
Encomendar al Ministerio de Planificación la confección de planes de desarrollo a treinta años, con ajustes finos anuales, de modo de dar previsibilidad a la economía y de permitir orientar la producción de bienes y servicios.
24.
Recrear el respeto a la propiedad privada, en todas sus formas.
25.
Crear reglas claras, transparentes e inamovibles para la actividad económica, que permitan dar previsibilidad a todos los proyectos y a todas las inversiones, más allá de los riesgos propios de cada actividad.
26.
Salir al mundo a buscar las indispensables inversiones, exhibiendo una irreprochable seguridad jurídica, especialmente en lo que a la obra pública y a la exploración y la producción de hidrocarburos y minerales se refiere, orientando su aplicación en función de las necesidades del país.
27.
Crear un organismo de control ambiental inobjetable e insospechable, que incluya la participación de expertos internacionales en cada materia.
28.
Ejercer un control efectivo y eficiente de los fondos provenientes de actividades ilícitas o de la evasión, y reprimir fuertemente el lavado de dinero.
29.
Establecer el “juicio de residencia” y de responsabilidad, de modo tal que todos los funcionarios que ejerzan cargos públicos a partir de determinado nivel de responsabilidad sean juzgados por un tribunal especial al dejar sus funciones, poniendo especial énfasis en los aspectos patrimoniales.
30.
Revitalizar y garantizar la independencia, dotándolos de los recursos necesarios, de organismos de control tales como la Oficina Anticorrupción, la Fiscalía de Investigaciones Administrativas, la Auditoría General de la Nación, la Administración Federal de Ingresos Públicos –con la Dirección General Impositiva y con la Administración Nacional de Aduanas- la Defensoría del Pueblo de la Nación y la Unidad de Administración Financiera.
31. 
Crear la Carrera y la Escuela de Administración Pública, para lograr que, en un tiempo prudencial, todos los funcionarios hasta el nivel de director general o equivalente, sean obligatoriamente graduados en la misma.
32.
Crear organismos de evaluación permanente de los docentes, para lograr que éstos, en todos los niveles de enseñanza, mantengan la actualización de sus conocimientos, acompañando la evolución tecnológica, y retribuir suficientemente su labor; establecer normas claras que repriman el ausentismo injustificado.
33.
Recrear el principio de autoridad de los docentes de todos los niveles, y exigir su respeto por parte de estudiantes y familias.
34.
Establecer exámenes de ingreso, de gran exigencia, a las universidades públicas, y mantener esa excelencia durante toda la carrera de los estudiantes.
35.
Crear un organismo independiente para determinar las necesidades que tendrá el país de profesionales de cada especialidad en los siguientes cinco años, y becar, incluyendo el pago de un sueldo, a los mejores estudiantes de esas carreras.
36.
Arancelar el estudio, en las universidades públicas, de todos aquellos estudiantes que el país no requerirá, de acuerdo con el análisis al que se refiere el punto anterior.
37.
Establecer a la universidad pública como consultoría obligatoria, rentada, para todas las empresas y emprendimientos del Estado.
38.
Establecer, como política de estado, el respeto por todos los derechos humanos, condenando las violaciones a los mismos, cualquiera sea el signo político de quien los desconozca.
39.
Modificar la coparticipación impositiva, recuperando para las provincias y los municipios la independencia económica, fuente de la libertad política.
40.
Realizar una profunda reforma impositiva, simplificando y universalizando el cobro de impuestos, con graves y severas penas para los evasores, y suprimir aquéllos que –como el impuesto al cheque- resultan recesivos.
41. 
Suprimir el cobro del IVA en los artículos que componen la canasta básica familiar.
42.
Destinar el producto de la percepción de tasas específicas a los fines establecidos en su sanción.
43.
Restablecer la credibilidad y el profesionalismo en el Indec, de modo de permitir a nacionales y extranjeros disponer de estadísticas confiables y seguras.
44.
Incentivar el progreso tecnológico, de modo tal de incrementar la exportación argentina a mercados internacionales de altos precios y de calidad, y abrir, muy gradualmente pero con plazo fijo, los mercados internos a la competencia extranjera.
45.
Proteger a la industria nacional, facilitando su acceso al crédito pero impidiendo que, con protecciones de todo tipo, transforme al país en un coto de caza privado.
46.
Establecer la independencia del Banco Central, como custodio del valor de nuestra moneda.
47.
Dar a conocer públicamente todos los gastos, compras e inversiones del Estado, en todos sus niveles.
48.
Permitir a los partidos de oposición y a las distintas ONG’s cuyas actividades se vinculen al tema, el control de las obras de infraestructura.
49.
Facilitar el acceso a la información, reprimiendo severamente a los funcionarios que la oculten o lo impidan.
50.
Transparentar y equilibrar la asignación de la pauta publicitaria, distribuyéndola con criterios objetivos.
51. 
Facilitar el acceso a los medios de comunicación públicos a todos los partidos políticos y a todas las formas de expresión, impidiendo que aquéllos continúen siendo utilizados por el gobierno de turno.
52.
Mejorar los salarios de los primeros niveles de la Administración pública, y prohibir el ejercicio de actividades privadas durante los mandatos de funcionarios y legisladores.
53.
Establecer una clara política de inmigración, regulada y planificada, respetándola y haciéndola respetar por quienes deseen habitar nuestro suelo.
54.
Recuperar la salud pública, tanto en materia instrumental como edilicia, para ponerla al eficiente servicio de cada comunidad, arancelando las prestaciones para quienes no residan en ella.
55.
Respetar los capitales asignados al fondo de sustentabilidad de las jubilaciones; devolver al Pami y a la Anses los fondos retirados para financiar el gasto público populista.
56.
Tender, responsablemente, al pago de un porcentaje preestablecido de los últimos salarios como jubilación, y respetar estrictamente las sentencias judiciales previsionales.
57.
Dotar al país de un desarrollado sistema de transporte vial y ferroviario, con la indispensable participación de la inversión privada.
58.
Optimizar el transporte público urbano, de modo de desalentar el uso de medios individuales.
59.
Recrear fuerzas armadas altamente capacitadas y equipadas para ejercer efectiva defensa del territorio nacional, incluyendo a la plataforma marítima.
60.
Abrir responsablemente los cielos, de modo tal que exista una legítima y leal competencia en el transporte aéreo, manteniendo la participación del Estado solamente en aquellas rutas que no resulten rentables.
61. 
Facilitar, mediante los pertinentes créditos a muy largo plazo, el acceso de todos los habitantes a una vivienda digna.
62.
Mantener permanente actualizado un censo de las personas que viven en la pobreza y la indigencia, para permitir la eficiente actuación de los planes de ayuda y progreso, pero con estricta contraprestación laboral de los beneficiados.
63.
Universalizar verdaderamente la asignación universal por hijo, incluyendo la etapa de gestación, en reemplazo de todas las deducciones impositivas en tal concepto y de las asignaciones familiares.
64.
Establecer normas claras e inamovibles en materia de empleo, para permitir regenerar un importante incremento de la mano de obra registrada, y combatir fuertemente la informalidad laboral.
Estos son, a mi criterio, los puntos básicos 
– probablemente, haya olvidado varios- 
que debemos discutir los argentinos si queremos que nuestro país recupere el prestigio que supo tener en el concierto mundial. 
Sobre estas bases, podremos asegurar ese futuro, no solamente para nuestros hijos y nietos sino para la misma supervivencia de la Nación como tal.
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - *
Cuando tomo la decisión de repetir esta nota, es por que el párrafo anterior pone de manifiesto con absoluta claridad el pensamiento del autor, que no es otro que el mio propio.
Como responsable de esta publicación, le ofrezco a todos y cada uno de los argentinos  que visiten este Blog, y todas mis publicaciones por los medios en los que opero, un pensamiento sano, para optar en 
tiempos venideros, por el país que realmente queremos para nosotros, nuestros hijos y todas las generaciones posteriores, asumiendo la responsabilidad de ser quienes, nosotros, los electores del presente, para el futuro.
Esto no es gratuito, cada uno  tiene frente a si el compromiso de resolver, si se presta a destruir para siempre la Nación que conocemos como Argentina,  o construir la Nación mas grande, rica y noble de los siglos venideros. 
De todos y cada uno es la decisión . . . 
El Director.