martes, 3 de enero de 2012

+ José G. Martín Rábago. Arzobispo de León

VOLUNTAD ANTICIPADA U ORTOTANASIA‏.

La práctica de la Voluntad Anticipada ya existe en algunos países con diferentes nombres. En España se formuló como “Testamento Vital” y fue aprobado por la Comisión de la Doctrina de la Fe de la Conferencia Episcopal Española. 
Me parece inspirador el formato que fue proporcionado para su uso en el momento requerido.

Estos son algunos párrafos: 
 “Si me llega el momento en que no pueda expresar mi voluntad acerca de los tratamientos médicos que se me vayan a aplicar, deseo y pido que en caso que se dé una situación crítica motivada por enfermedad irrecuperable, que no se me mantenga en vida por medio de tratamientos desproporcionados o extraordinarios”. “Que en ningún caso se me aplique la eutanasia activa”
“Que no se me prolongue abusiva e irracionalmente mi proceso de muerte”.
“Que se me administren los tratamientos adecuados para paliar los sufrimientos”.

“Que se me facilite la ayuda para asumir cristiana y humanamente mi propia muerte. 
Deseo poder prepararme para este acontecimiento final de mi existencia, en paz, en compañía de mis seres queridos y el consuelo de la fe cristiana”.
Estas reflexiones pueden parecer demasiado teóricas e irrelevantes, pero resultan de gran utilidad cuando hay que tomar decisiones que son de gran trascendencia para sí mismo o para parientes o familiares cercanos.
Se trata de asuntos que conllevan una fuerte carga de emotividad y que nos enfrentan a graves responsabilidades éticas. 
Se debe actuar desde la convicción de que la vida es un don de Dios, que la muerte es inevitable, pero que desde la fe reconocemos que nos abre el camino a la vida que no se acaba, junto a Dios.
+ José G. Martín Rábago.

No hay comentarios: